Mito o realidad: ¿De verdad son peores los resfriados de verano?
Quién no se ha cogido un resfriado en verano y se ha sentido mal, muy mal. ¿Son peores en verano que en otoño o invierno?

Mito o realidad: ¿De verdad son peores los resfriados de verano?
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El termómetro marca 30 ºC a la sombra. Gotas de sudor se resbalan por la frente y la nuca aprovechando la mata de pelo del final de la cabeza y el principio del cuello. Es verano y tienes los mismos síntomas que con un enfriamiento en invierno. No te puedes sentir peor: frente ardiendo, picor de garganta, estornudos, mocos. Estás resfriado, ¿cómo es posible?
Pues aunque pensamos que los resfriados y catarros son cosas que suceden en invierno por eso del frío, al menos el 20 % de los catarros se producen en esta época.
¿Por qué cogemos resfriados o catarros cuando hace calor? Para los neumólogos está claro: por los cambios bruscos de temperatura y estos cambios están vinculados con un mal uso del aire acondicionado.
"El aire acondicionado es un excelente aliado para combatir las altas temperaturas del verano mediterráneo, pero también el origen de cuadros o síntomas respiratorios de diversa gravedad. Los aparatos de aire acondicionado enfrían el aire, le quitan humedad y tienden a acumular polvo, gérmenes u otro tipo de sustancias orgánicas en los filtros. Todo ello favorece la irritación, inflamación o infección de las vías respiratorias" advierte la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica y subraya que "los pacientes con enfermedades crónicas respiratorias, los niños y los ancianos, son los más vulnerables a las consecuencias del mal uso de los sistemas de climatización".

¿Son peores los resfriados en verano?
Es una afirmación que, en algún momento de nuestra vida, todos hemos escuchado. Pero ¿qué tiene de realidad? ¿Es más bien un mito? Pues es más bien una historia que ha ido engordando como un ovillo de lana. Una percepción -la vida está llena de percepciones-, pero no es una realidad científica. La verdad médica es que los resfriados son peores en otoño, la estación en la que más resfriados se desarrollan, ya que los virus son más resistentes en épocas frías.
La incubación del resfriado en verano es igual que en invierno, entre dos, tres días y la duración suele ser de una semana como el resfriado que nos pillamos en otoño o invierno. Entonces, ¿por qué hay esa "percepción" de que los resfriados son peores en verano? Primero, porque al ser menos común resfriarse y si, además, da fiebre, ese estado febril con el calor, se lleva peor.
El profesor emérito de la Universidad de Cardiff Ron Eccles, en su múltiples conferencias sobre tratamientos para resfriados y gripe, ya que es experto en nariz y vías respiratorias superiores, subraya que "todas las enfermedades las magnificamos cuando nos encontramos solos y experimentamos estrés físico", ante esas circunstancias todas las dolencias nos parecen mucho más graves.
Síntomas comunes del resfriado de verano
Los principales causantes del resfriado en verano son los rinovirus. Al pasar del calor al frío y viceversa en muchas ocasiones durante el día (salimos de un establecimiento con aire acondicionado a la calle con más de 30º), nuestro organismo está en alerta constantemente, lo que puede provocar una irritación de las mucosas nasales que facilita la entrada de esos rinovirus.
¿Qué síntomas vamos a sentir si nos hemos resfriado? Fiebre; sequedad de garganta; tos; congestión nasal; estornudos; mocos...
Para evitar resfriarnos durante el periodo estival debemos no bajar de 22º la temperatura del aire acondicionado y evitar dormir con el aire puesto. Una buena fórmula para saber qué temperatura es la adecuada es que la diferencia enter la temperatura exterior y la del interior no supere los 10 ºC.
Los purificadores son grandes aliados para evitar los resfriados. Ayudan a mantener una humedad correcta, evitando así que las mucosas se resequen y se inicie el proceso catarral.

¿Qué tratamiento debemos seguir si nos hemos resfriado?
La hidratación es esencial en un proceso catarral en verano. Al menos hay que beber 1,5 litros de agua al día.
Comer frutas ricas en vitamina B,C y betacarotenos, ya que refuerzan el sistema inmunológico y ayudan a eliminar del cuerpo los virus causantes del resfriado.
Si nos encontramos muy mal, lo mejor es acudir al médico para que nos recete algún medicamento o descongestionante nasal, si fuera necesario o antitusígenos, analgésicos y antitérmicos si tenemos fiebre.
Y un remedio muy socorrido de la abuela: un caldito de pollo por sus efectos antiinflamatorios que van a aliviar los síntomas de las infecciones de las vías respiratorias superiores.