La nicotina engancha en las redes a los más jóvenes
La mayoría cree que fumar está de moda porque lo hacen influencers, actores y streamers
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Influencers, actores..., la “gente guapa” aparece en redes sociales con un cigarrillo en la mano, o con un vapeador. El Observatorio de Cáncer ha preguntado a nuestros jóvenes sobre el hábito, y 6 de cada 10 consideran que está de moda. La falta de regulación sobre estos dispositivos está poniendo en valor entre los más jóvenes el mal hábito de fumar. Son el objetivo de consumo de estos dispositivos cuya promoción no está prohibida por la ley.
El mercado de tabacos en España, formado por cigarrillos, tabaco de liar, de pipa y puro, movió un total de 12.456,2 millones de euros en 2023, lo que supone una subida del 3,6% con respecto a 2022. Las ventas de tabaco siguen al alza después de la pandemia, tras encadenar sendos incrementos del 2,4% y el 6,1% en 2021 y 2022, aunque esté bajando el consumo, lo que se traduce en que cada fumador consume más cigarrillos que antes.
No existen datos oficiales de la venta de cigarrillos electrónicos, como vapers o tabaco calentado. En 2.019 el sector calcula que había 600.000 consumidores de vapers en nuestro país. En 2.021 la cifra de ingresos por su venta fue de 185 millones de euros, y los fabricantes operan con una tasa de crecimiento de uso del 2,9% anual hasta 2.026.
Esta nueva forma de consumir nicotina preocupa y mucho a la Asociación Española Contra el Cáncer especialmente por la prevalencia de su consumo entre los más jóvenes. El dato nos lo da la última encuesta ESTUDES en la que 1 de cada dos jóvenes entre 14 y 18 años asegura haber usado alguna vez estos dispositivos.
A este dato hay que añadir otro estudio realizado por el Observatorio Contra el Cáncer entre jóvenes de 16 a 21 años: 6 de cada 10 aseguran que fumar está de moda, porque lo hacen actores, streamers o influencers. El 90% de estos chicos y chicas han estado expuestos a lo que la Asociación denomina el “humo digital”, la aparición de influencer y de canales concretos en redes sociales que repican en redes sociales a la “gente guapa” fumando.
Objetivo: enganchar a la juventud a través de los nuevos dispositivos
Esos jóvenes expuestos a ese “humo digital” que proviene de las plataformas de vídeo bajo demanda y las redes sociales tienen más del doble de posibilidades (un 53,1%) de volverse fumadores que no han tenido esa exposición (el 24,5%).
La doctora Karen Ramírez, responsable de prevención de la Asociación Española Contra el Cáncer nos cuenta que lo que comprobaron además es que cuanto más tiempo pasaban en las plataformas más ganas podían generarles de fumar. Por ejemplo, les preguntábamos cuantas ganas tenían de fumar un cigarrillo convencional el 10% de los no fumadores decían que les apetecía, sabemos que el tabaco convencional si que tiene legislaciones estrictas y no se puede promocionar en redes sociales, pero cuando les preguntábamos acerca de vapear, vimos que el porcentaje se incrementaba al 30%: tres de cada 10 querían probar el cigarrillo electrónico, un producto que no tiene esas restricciones legales. Y ya no hablamos de las cachimbas que esto impacta hasta el 34% de los jóvenes no fumadores que dicen presentar curiosidad y probar estos dispositivos que no están regulados. Esto habla claramente de lo que tenemos que hacer respecto de las legislaciones para proteger a los menores y cambiar la exposición que tienen a través de estas plataformas”.
Misma estrategia de márketing que hace 50 años
Los cigarrillos electrónicos escapan a la legislación vigente sobre publicidad y promoción del tabaco. Los anuncios clásicos que relacionaban el hábito de fumar con ser más atractivos, con la diversión, con la masculinidad, han cambiado de protagonistas, de producto y de soporte, pero “las tendencias de consumo están repitiéndose y siguiendo estrategias de marketing muy muy similares a las que se seguían hace años con el tabaco convencional cuando no se conocían los efectos sobre la salud-asegura la doctora Ramírez-donde podemos ver incluso a profesionales de la salud recomendando los cigarrillos electrónicos o incluso a padres regalándoles a sus hijos incluso menores con la excusa de creer que por el hecho de no tener nicotina no son nocivos para la salud”. Pero incluso los que no llevan nicotina tienen compuestos muy cancerígenos como la croleína (lleva 14 veces más que un cigarrillo convencional) o el propilenglicol, un compuesto que está en el anticongelante del los coches.
Todavía faltan algunos años para tener evidencia sólida. Hay que tener en cuenta que estas nuevas formas de fumar llegaron en 2.016, pero la doctora Ramírez cree que no tiene sentido “esperar otros 50 años para curar la consecuencia. Yo creo que estamos ahora en el momento de prevenir justo esos efectos adversos y desde la Asociación lo tenemos claro: hay que combatirlo ahora, hacer lo posible porque la legislación cambie y porque no dejemos que se repita lo que pasó hace años cuanto el tabaco era recomendado ampliamente, promocionado ampliamente en todas las plataformas y que lamentablemente se tradujo en una gran mortalidad y en el número de cánceres de pulmón que tenemos ahora, uno de los más frecuentes y de los más mortales”.