Exvíctima de acoso escolar: "Nunca sabes lo que puede hacer tu hijo"

Nidia Represa, estudiante de psicología y escritora, pide a los padres de los acosadores que no miren para otro lado porque "ellos también son víctimas" y a los padres de los acosados "que no se rindan"

Nidia Represa

Virginia Areños

Publicado el - Actualizado

10 min lectura

Su mejor amiga estaba detrás de todo lo que sucedió. Ahora tiene 25 años y una vida llena de proyectos a los que no piensa renunciar porque "estuve atrapada cuatro años, de los 13 a los 17".

Nidia Represa, que sufrió acoso escolar y ciberacoso, admite que aún tiene pequeñas secuelas que NO le impiden ayudar a padres y a chicos, acosados y acosadores porque "ellos también son víctimas".

Su historia no es fácil: "Se pasa mal, muy mal. No se resuelve de un día para otro y se sufre". Pero Nidia es un ejemplo más de que se puede salir adelante y, además, fortalecido. 

- Ahora sabes que las cosas empezaron a "torcerse" en el colegio y con tus amigos cuando tenías 13 años pero ¿notabas que algo no iba bien entonces?

- Ni me enteré. Es que eran compañeros que conocía desde muy pequeñita. Son cosas que no se te pasan por la cabeza. ¡Cómo unos niños que te conocen desde pequeña te van a hacer algo así! Al principio ni siquiera eres consciente del daño que te están haciendo. Llega un momento en que las bromas se pasan, empiezas a creerte que eres tonta o fea, se burlan si te roban los deberes o los haces mal...

Son cosas que se te van quedando e intentas engañarte a ti misma. Te dices que estás equivocada, que no te hacen daño que son cosas que se hacen entre amigos. Ellos, además, también dicen eso: "Son cosas que pasan entre amigos, no pasa nada si te hago esto, esto queda entre tú yo". Tú eres la que te atrapas en esta espiral. Hasta que llega un momento que ya no puedes más y dices... uy... esto no tiene que ser así, esto me está afectado demasiado. Y no sabes cómo salir.

Mi mejor amiga estaba detrás de lo que me sucedió

-¿Cómo te diste cuenta?

-No quería reconocerlo, sobre todo por ellos. Me di cuenta de todo gracias a mi madre. Ella veía que empezaba a suspender, que ya faltaba a cumpleaños, que nunca quería salir con nadie... fueron muchas cosas. Cuando era incapaz de hablar con nadie me di cuenta.

Ya no tenía amigos. Mis mejores amigos me habían dejado de hablar. Además, quien creía que era mi mejor amigo me daba los deberes - de cuando yo faltaba a clase que estuvo bastante tiempo sin ir- a escondidas para que nadie se enterase. Te enfrentas a eso y dices... esto no está bien. 

Me hicieron suspender porque me quitaban apuntes o no me decían todo lo que entraba en el examen. Llegué a ver que me hacía daño y que no era capaz de soportarlo.

- ¿Llegaste a ser consciente hasta el punto de saber que necesitabas ayuda externa?

-No. No salió de mí ir al psicólogo. Hubo un momento en el que caí d emanera estrepitosa, no era capaz de sentir, todo lo veía negativo y malo. Dejé de ir a clase, no queria hacer nada con mi vida y tuve pensamientos que no eran sanos. Mi madre me dijo: "Me da igual lo que me digas vas a ir al psicologo".

- Hablas de una caída "estrepitosa", ¿en que momento se produjo?

- Cuando paso todo mi madre optó por cambiarme de colegio. Pensamos que con el tiempo y la ayuda del centro podría tener una vida normal pero... el colegio no estaba preparado. Sabían lo que me había pasado pero se centraron en sacarme adelante a nivel académico no se fijaron en que yo no era capaz de sociabilizar con mis compañeros.

Los padres deben ayudar a su hijo acosado o acosador. Les necesitamos

Fui cayendo y se generó un trauma ante los estudios porque seguía bloqueada, no era capaz de aprender las lecciones y encíma todavía estaba, no marginada porque mis compañeros sí lo intentaban, pero yo me estaba aislando.

Pasaron los años y me lo iba comiendo, se me fue haciendo bola y ahí ya no pude más. 

- Y fuiste al piscólogo

- Sí y empecé a salir de la espiral. Fue una terapia muy dura y un verano muy intenso. El psicólogo y mi madre siempre detrás de mí. Me obligaron a ir a una academia, que fue muy bien porque me ayudaron a sacarme asignaturas, y gracias al apoyo que tuve en ese momento y a la gente que conocí en la universidad pude salir adelante.

Un acosado nunca debe callarse ni rendirse ni pensar que no sirve para nada

- Hasta llegar a ser consciente del problema en el que estabas ¿mentías para ocultar lo que te pasaba? 

-Mentía siempre. No quieres que nadie lo sepa porque ves que a los de tu alrededor les afecta y les duele. Lo ocultas para que vean que las cosas van bien y que no sufres.

Yo falsificaba mis notas y me metía en el correo de mi madre para que no viera que estaba faltando a clase. Siempre le decía que salía con amigos aunque anduviera sola por ahí. Mentía constantemente a mi madre, a mi hermana y a todos los que estaban alrededor.

- ¿Al psicólogo también?

- Ocultaba cosas al principio. Mi psicóloga me ayudó mucho porque no cayó en ninguna de las mentiras y cuando le ocultaba información siempre sabía como sacármelo. Ella no se metió directamente en el tema del acoso, empezó a interesarse por lo que me sucedía y lo que me bloqueba y el tema salió solo. 

- Cuando todos pensaban que ibas a ser bióloga marina... decides estudiar psicología ¿Esta carrera te está ayudando a entender el comportamiento de tus compañeros y el tuyo? 

- Estudiar psicología me ha ayudado mucho. Creo que ha sido el último empujón que he necesitado para liberarme por completo de lo que me había sucedido. He visto también que a través de la escritura puedo expresar y decir todo lo que en su momento me había callado. Es una forma de liberarme y soltar todos los sentimientos negativos que tenía dentro.

Únicamente separar a acosado y a acosador no sirve de nada. Hay que hacer terapia con ambos

- Y entonces llega tu primera novela: "Bajo mi piel"

- Ha sido un método de liberación. En "Bajo mi piel" se refleja la vida de una chica y lo que sucede. Te pones en primera persona y vives lo que la protagonista está viviendo en ese momento. 

Los niños que lo han leído y han pasado por lo mismo, o están en ello, se sienten identificados y me llaman para hablar y para sincerarse. Es maravilloso porque los chicos que pasan por esto tienden a callarse el dolor que sufren. Ver que hay personas que han pasado por lo mismo que tú les hace darse cuenta de que no son los únicos. La soledad es una característica del acoso.

- ¿Qué les dices a esos chicos? 

- Yo les digo las cosas claras. "Sé que vas a sufrir, sé que es un follón y no, no vas a superarlo en dos días y no, no va a ser fácil". Les advierto de que van a tener secuelas, yo aún las sigo teniendo. Si les dices las cosas tan claras y les das esperanza, ellos ven que sí hay solución. Si únicamente les dices "sé fuerte" las cosas no funcionan.

Es mayor el número de mujeres acosadas y acosadoras. Ellas apelan más a la psicología. Ellos a la violencia

- ¿Alguno de los que te acosaba se ha puesto en contacto contigo?

- Un compañero me dejó un comentario en el blog. Me dijo que yo nunca había recibido acoso y que si hubiera pasado me lo merecía por el dinero que tenía, porque tenía unos padres geniales, una casa genial... Intentó excusar un acoso que según él no existió. 

- Hay quien sostiene que siempre han existido niños que se mofan de otros y que hablar de acoso es algo exagerado

- Los niños son más violentos ahora por un cúmulo de cosas.

Hay padres que están más enfocados en su carrera preofesional que en educar a sus hijos y los niños llaman su atención con rabietas. Además, estamos ante una sociedad más violenta por las redes, por internet y también por las series.

Los colegios siempre se han visto como un lugar en el que das asignaturas para aprobar y después tener una profesión. Nos olvidamos de que es el sitio donde más tiempo pasamos nosotros. Es nuestra sociedad, nuestro pequeño mundo. Y ahí se refleja todo lo que vemos.

Si en los adultos vemos que la violencia, el gritar y hacer bromas es lo normal, eso se hará también en el colegio. El problema es que los centros no están dando la importancia que deberían de dar a otras materias a nivel de valores y sensibilización. 

- Precisamente a eso te dedicas ahora y en varios sitios...

Ahora estoy en el departamento de ventas de El Corte Ingles donde me siento muy bien y además trabajo como guionista en una productora. Estamos haciendo cortos con una finalidad educativa y sensibilizadora. Y también tenemos otro proyecto dirigido a las aulas que queremos que llegue a todos los centros. Es una especie de ejercicio para que todos los alumnos sepan como actuar antes problemas como el acoso, la anorexia. hay que sensibilizar y eso es lo que intento hacer.

En Yotube tenemos muchos suscriptores y ya he escrito mi segunda novela -ahora solo falta que salga a la calle-. Estoy muy contenta. 

-  Hablo con chicos y chicas indistintamente

Lo que he comprobado es que es mayor el número de mujeres acosadas y acosadoras. Ellas lo hacen de forma psicológica. Las redes sociales influyen mucho porque cuanta más popularidad tienes más guapa y más poder tienes. Esto provoca que las chicas estén muy pendientes las unas de las otras y haya una competicion constante.

En los chicos se da más la violencia física

- Eres una firme defensora de la terapìa para acosado y acosador

- El acosado tiene un problema interno grave. Está destrozado por dentro y hay que reconstruirle, hay que sanarle, hacer que aprenda a meterse en la sociedad y vuelva a interactuar.

Igual pasa con el acosador. Si alguien acosa lo hace por algún motivo. Quizá tiene problemas en casa o con sus padres... Ponerle un castigo y separarle del acosado no va a hacer que los casos de acoso paren. Lo va a repetir.

Puedes defender al acosado, sacarle de clase, del instituto. Puedes poner medidas restrictivas para que ambos no se encuentren, pero no se va a solucionar nada. Falta terapia para el acosador y para el acosado. 

-¿Qué es lo que más te ha costado superar?

Siempre se piensa que lo físico es lo que más se recuerda. Pero mi peor recuerdo es la sensación de exposición. Lo pasé muy mal cuando mi profesora de biología empezó a preguntarme la lección y en ese momento mis compañeros empezaron a burlarse de mí. Cuchilleaban mientras yo estaba de pie para decir la lección. Empezaban a insultarme y a reírse de mí. Se burlaban diciendo que no sabía nada y llegó un momento que me bloqueé. No pude seguir y empecé a llorar.

Mi madre y ella hablaron. La profesora dijo que no se enteró de nada. Yo no quiero saber si ella se enteró o no.

La verdad es que ese día se vio la ignorancia de mi profesora, que se quería pasar por el alto el asunto, que mis compañeros estaban haciendo eso delante de ella sin que les preocupara nada más y luego, también se vio, que mis amigos tampoco hicieron tampoco.

Mi peor recuerdo no es físico

¿Has podido perdonar?

- (Suspira) Pues... perdonar si perdoné. En su momento me dolió pero nunca les culpé de lo que me pasó.  Mi mejor amiga estaba detrás de lo que me sucedió. Yo sabía que ella no estaba pasando por un buen momento porque habían pasado muchas cosas en su familia. Perdonar si que perdono. No les guardo rencor pero una disculpa si me hubiera ayudado a superar lo que sucedió.

-¿Llegó la disculpa?

-Nunca la recibí.

- Qué es lo que un niño acosado NUNCA debe hacer.

- Callarse, rendirse y pensar que no sirves para nada

El mayor problema que tuve yo fue comérmelo todo sola. Hay que buscar un apoyo, sea quien sea y hablar.

No puedes rendirte y sentir que tú eres el culpable. No puedes pensar que ellos tienen razón . No te creas que no sirves para nada porque siempre hay algo que te hace destacar. Hay que buscar la manera de sentirte útil.

- ¿Tienes algún mensaje para los padres de hijos acosados?

Esperanza. Me he encontrado con  muchos padres que piensan que no van a poder y creen que no existen medidas que les ayuden. Es cierto que todo está muy verde aún pero ya hay personas que luchan. No pueden rendirse por el bien de sus hijos. Nosotros les necesitamos. 

- ¿Mensaje para los padres de hijos acosadores?

- Que no digan, no. Que no digan mi hijo no puede estar haciendo eso. Nunca sabes lo que puede hacer tu hijo y sí, tu hijo es capaz. Ayuda a tu hijo porque de alguna manera también es víctima. 

No olvidemos que hay niños acosados que han sido acosadores y que también se da el caso contrario. Hay quienes creen que la única forma de sobrevivir es hacer lo que le han hecho

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