Novatadas en el campus: un maltrato encubierto de broma que aún se practica

Las novatadas en el inicio de curso se siguen practicando en las universidades, aunque "la percepción" es que este maltrato encubierto de broma se ha ido reduciendo en frecuencia y gravedad y que en muchas ocasiones se ejerce fuera de los colegios mayores, residencias y los propios campus.

Así lo han explicado a EFE fuentes de la Policía Municipal de Madrid durante el acto de presentación este jueves de la campaña "Contra las novatadas y en pro de la integración", lanzada por la Universidad Complutense de Madrid y la Asociación de Colegios Mayores de Madrid

Con esta iniciativa se pretende un año más combatir los mal llamados "ritos iniciáticos" a los que se enfrentan los nuevos universitarios de las residencias y colegios mayores ante la apertura del nuevo curso y que, por primera vez, se sancionarán con arreglo a la Ley de Convivencia Universitaria, aprobada el pasado mes de febrero.

La nueva legislación, que derogó una norma franquista de 1954, tipifica como falta muy grave hacer novatadas o cualesquiera otras conductas o actuaciones de análoga naturaleza que supongan un grave menoscabo para la dignidad de las personas, y se castiga hasta con tres años de expulsión.

Según las fuentes policiales, entre las faltas más graves figuran desde las lesiones hasta las coacciones y las amenazas, y pueden suponer no solo la reprobación administrativa sino también penal.

Aunque la percepción, añaden, es que estas prácticas son menores en número y gravedad, lo cierto es que se siguen ejerciendo sobre los alumnos de nuevo ingreso, pero "es verdad que ahora se cuidan de no hacerlo en los entornos de la universidad y se desplazan a otros sitios".

De todos modos, advierten, en el caso de los delitos más graves "da lo mismo donde los cometan, otra cosa son las consecuencias a nivel colegial o universitario. Las consecuencias de las novatadas van mucho más allá de una broma, hay lesiones".

Durante el acto, Rosa de la Fuente, vicerrectora de Estudiantes de la Complutense, la mayor universidad presencial del país con alrededor de 70.000 alumnos, ha explicado a la prensa que "las prácticas más graves ahora son menos graves, de hecho los nostálgicos de las novatadas nos dicen que hemos destruido el sistema tradicional de organización, y los chavales son más renuentes a realizarlos".

"Hay que desconstruir -ha dicho- que lo que ellos consideran normal; hay que hablar, discutir y debatir con ellos para crear conciencia, lo fácil es sancionar".

Muchas de las sanciones que se imponen "son ejemplarizantes y los estudiantes se retiran y paran", ha añadido la vicerrectora, que ha dicho no disponer de estadísticas sobre el número de denuncias.

Estas acciones pueden tener "consecuencias muy graves y nosotros somos responsables y no lo podemos permitir", ha destacado la vicerrectora, que ha lanzado el mensaje a los nuevos estudiantes de que no tienen por qué participar en actos de humillación y hay "gente preparada" para defenderlos.

Pese a su reducción y a que "los actos más graves ya no se realizan, prefiero ser cauta, no quiero ser victoriosa; hemos avanzado mucho pero hay que seguir trabajando", ha concluido De la Fuente, quien ha recordado que el año pasado hubo un episodio grave que acabó con la expulsión de varios alumnos durante "un tiempo considerable".