La OCU advierte de que se venden anchoas "del Cantábrico" sin serlo
La OCU señala que es posible encontrar conservas de anchoas del Cantábrico cuya materia prima puede haber sido capturada en aguas diferentes a este mar.
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La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido de que es posible encontrar conservas de anchoas, que se denominan "del Cantábrico", pero cuya materia prima puede haber sido capturada en aguas diferentes a este mar.
La OCU señala que esta situación que se produce porque, a pesar de que las anchoas del Cantábrico son muy valoradas y reconocidas, esta conserva no cuenta con una indicación geográfica protegida.
La organización cree que el consumidor se encuentra ante una situación de desconocimiento y confusión ante este producto y que, al igual que ocurre con las anchoas frescas, en las que es obligatorio especificar de dónde proceden, las conservas de este pescado también deberían estar obligadas a indicar su origen.
Esta petición se enmarca en la campaña #EatOriginal, a través de la que OCU, junto con otras organizaciones europeas, exige a la Comisión Europea que se informe claramente del lugar de origen de los alimentos y que esta aparezca en el etiquetado, independientemente de que sean frescos o procesados.
Ahora, para que una conserva de filetes de anchoa sea comercializada bajo la denominación "del Cantábrico", el único requisito obligatorio es que esta corresponda a la especie "Engraulis encrasicolus", aunque haya sido capturada en las costas de Marruecos o elaboradas en una fábrica de Madrid.
Ni siquiera es obligatorio especificar el nombre de la especie concreta de la anchoa en el etiquetado, según la organización, por lo que los consumidores tienen difícil comprobar qué producto están comprando e incluso corren el riesgo de pagar un precio muy alto por una anchoa que en realidad es de calidad inferior.
Aun así, tras haber analizado quince latas de anchoas "del Cantábrico" de diferentes marcas, la OCU ha comprobado que todas ellas, incluso las que no especificaban la especie en el etiquetado, eran de la especie "Engraulis encrasicolus", por lo que todas ellas cumplen con la normativa vigente.
Para salvar esta situación, tanto Cantabria como País Vasco han creado sellos de calidad más exigentes, tanto con las zonas de pesca como con el lugar de elaboración de la conserva.
Para llevar este sello, en el caso de la anchoa del Cantábrico del País Vasco no solo se exige que sea "Engraulis encrasicolus", sino que tiene que haber sido capturada en la zona habitual de pesca de la flota artesanal vasca de bajura y las conservas elaboradas cien por cien en el País Vasco.
El sello de calidad de Cantabria (voluntario) exige que, además de que sea de esa especie, todo el proceso de escaldado, corte, escurrido, fileteado, aceitado y cierre del envase sea realizado en una conservera ubicada en esa comunidad.
En este caso, la zona de captura es más amplia, y abarca el Atlántico noreste, el mar Mediterráneo y el Atlántico centro-este.