Pacientes UCI frente al mar como tratamiento emocional
Es algo que llevan haciendo desde hace dos años en el Hospital del Mar en Barcelona y que ahora han realizado con pacientes de coronavirus
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los hospitales han sido los escenarios de muchas de las imágenes de esta pandemia. Se han vivido durante estas semanas momentos de auténtico caos, de mucha tristeza, pero también de alegría. Sirven de ejemplo esos momentos en el que daban de alta a un paciente o simplemente cuando alguien abandonaba la Unidad de Cuidados Intensivos entre aplausos.
Eso ha sido lo habitual, lo que hemos visto y escuchado en informativos o en redes sociales, pero lo que se puede encontrar uno en los aledaños del Hospital del Mar en Barcelona se sale de lo habitual y llama poderosamente la atención. Allí, enfermos de coronavirus que están en la UCI forman parte de un programa terapéutico un tanto particular. Sacan a los pacientes y los ponen, literal, frente a la playa.
Nos cuentan que llevan haciéndolo desde hace aproximadamente dos años con el objetivo de “humanizar” las UCI. En esa unidad trabaja la doctora Judith Marín-Corral: “Lo que se pretende es dar tratamiento a una parte emocional de nuestros pacientes más graves”, nos explica.
La ubicación es perfecta, cruzan una calle y están en pleno paseo marítimo. La gente se puede sorprender al ver una camilla en movimiento, con varios sanitarios rodeándola, y que sigue su recorrido hasta detenerse, frente en una especie de mirador: “Se nos acercan para dar ánimos al paciente, nos felicitan a nosotros y la verdad es que esto es algo bonito”, reconoce Judith. Ella les acompaña en ese momento tan especial que además también sirve para reencontrarse, aunque solo sea por un momento, con sus familias: “La sensación de que les toque el aire, las vistas que tienen, el sol con este tiempo que hace… Creo que vuelven con energías renovadas cuando regresan a sus cuatro paredes en la UCI”.
Es mejoría totalmente subjetiva, pero que van a tratar de demostrar a través de datos en el futuro. Es algo que tienen en mente, lo que es una realidad son las grandes sensaciones que les produce hacer algo que sin duda se sale de lo habitual: “No es lo mismo que un médico te diga que va todo bien a que el paciente pueda verse en la calle y se sienta más cerca de volver a lo que era su vida previa”, nos argumenta.
Es algo sin duda complicado de cuantificar, de justificar con datos, pero lo emocional en muchas ocasiones es evidente que también cuenta. Y lo que hacen en el Hospital del Mar es una inyección de moral. La salida, de apenas 20 minutos, es una forma de animarles y también, aunque sea por poco tiempo, de reencontrarse con sus familias en un marco prácticamente inmejorable: la playa.