El peligro escondido en la carretera que aparece en invierno: ojo a primera hora de la mañana y de la noche

El hielo negro apenas se aprecia a simple vista y puede causar accidentes por la pérdida de control del vehículo

Una carretera en invierno

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Conducir de forma segura implica numerosos factores que los conductores deben controlar, especialmente en temporadas donde la circulación es elevada por las carreteras de España. Más aún cuando es invierno, un momento del año en el que el mal tiempo suele marcar gran parte de los días. Por ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) te pide que presentes especial atención a determinadas horas durante esta época.

Por ahora, parece que durante el mes de diciembre habrá nevadas en cotas altas, con lluvias y condiciones más adversas que pueden extenderse hasta comienzos de 2023. Habrá que tener en cuenta que en enero podría llegar una nueva 'Filomena', o lo que es lo mismo, fuertes nevadas que podrían azotar el interior del país, de manera similar a la famosa borrasca que se produjo el año pasado. Lo que no es una posibilidad es el fenómeno meteorológico que te puede afectar ya.

Uno de los peligros más escondidos de la carretera te espera desde que ha llegado a España el frío más intenso. Las condiciones de la carretera se alteran en estas fechas hasta el punto de exigir al conductor atención máxima en la carretera. Las heladas y la nieve son constantes en muchas zonas de la península y amenazarán tu estancia sobre el asfalto estos meses. Hay un fenómeno relacionado que se produce con ambos.

El hielo negro

Así se conoce a la fina capa de hielo que puede formarse en la superficie y que apenas es visible a nuestra vista. En realidad, es transparente, pero el negro del asfalto le da una tonalidad oscura. Esta agua congelada translúcida es una amenaza porque nos hace creer que la carretera está en buenas condiciones, creando una falsa sensación de seguridad en los conductores. Además, a ambos lados suelen encontrarse pequeños fragmentos de nieve o aguanieve que nos hacen pensar que estamos circulando por el lugar correcto.

Esto puede llevar a que el conductor no baje la velocidad y por consiguiente, pueda llegar a perder el control del vehículo. Normalmente, el hielo negro aparece en los puentes debido a que su calzada está más expuesta a la caída repentina de la temperatura, algo que multiplica su peligro por la posibilidad de caer a un precipicio. Por ello, aunque a la vista no contemplemos una situación peligrosa, no conviene viajar a una velocidad elevada.

Cómo localizarlo

El hielo negro se forma cuando aun la temperatura no ha subido o en zonas en las que no llegan los rayos de sol. Las carreteras con árboles que tapan buena parte de la calzada, las poco transitadas, las entradas y salidas de túneles o los puentes, como antes hemos mencionado, son escenarios propensos a formar este fenómeno. Normalmente, a medida que nos acercamos, esta capa comienza a tener un brillo más intenso, y es que se trata de hielo.

Si te encuentras en una situación en la que circulas por encima del hielo negro, es primordial que mantengamos la calma. Hay que conducir con una suavidad extrema, reducir la velocidad, dejando de acelerar y no frenando, y reservar el uso de la dirección en caso de necesidad. Por último, se recomienda mantener una distancia prudente con el vehículo que viaja delante y confiar en el sistema ESP, el control electrónico de estabilidad, siempre que nuestro coche cuente con él.

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