El personal sanitario extrema las precauciones ante el coronavirus

Su trabajo es vital estos días y cada uno de ellos cuenta. No deben caer enfermos ante el COVID-19

Médicos atienden a enfermos

Lorena Fernández

Publicado el - Actualizado

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Son médicos, enfermeras, auxiliares… es el personal sanitario que estos días está volcado en hospitales y centros de salud de toda España para frenar el avance del coronavirus. Si ante un catarro o una gripe común extreman las precauciones y la higiene, ante una enfermedad nueva como es el COVID-19 ese refuerzo es máximo.

¿Cómo se cuidan ellos cuando cuelgan la bata? Ellos inciden en algo que en estas últimas semanas no se han cansado de repetir y que es común para todos: el lavado en profundidad de las manos. Mucho jabón, un largo tiempo frotándolas y fijándose especialmente en puntos sensibles: uñas, nudillos y el dorso de las mismas.

Formar parte del personal sanitario les convierte en un colectivo vulnerable… y no hay vacuna. Es por ello por lo que en su trayecto del trabajo a casa y viceversa deben extremar cada cosa que tocan: alguna superficie del autobús o del metro o simplemente la barandilla de la escalera o el botón de un ascensor. También lo que pisan y que se pueden llevar a casa. De ahí, por ejemplo, que estos días el ayuntamiento de Madrid haya reforzado el servicio de limpieza de las calles de la capital con baldeos y pistolas de alta presión en las que por primera vez añaden al agua por primera vez hipoclorito sódico como desinfectante. Un desinfectante que se aplica con más ahínco en las puertas de los hospitales. El botón del ascensor, la barandilla del autobús, el suelo que pisas… en todos estos puntos alguien que haya estornudado puede haber depositado el virus.

El personal sanitario insiste: estornudar o toser en el codo y en la medida de lo posible en pañuelos desechables. Está en juego la salud de todos.

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