Un poco de conversación: la verdadera razón por la que muchos ancianos llaman por su botón de emergencias

España está envejeciendo. De entre los 47 millones de españoles, cerca de uno de cada cinco de ellos es una persona de más de 65 años. Nuestro país se ha convertido en uno de los más longevos del mundo junto con Japón. Suele ocurrir que estas personas rechazan vivir bajo el cuidado de sus hijos o alojarse en una residencia donde poder estar bajo la atención de los trabajadores de una institución.

Por eso, ante la posibilidad de que los mayores puedan estar solos y desatendidos ante un problema puntual o un accidente, la opción que más se adapta a sus necesidades es el botón que muchos de ellos llevan como si fuera una medalla, alrededor del cuello. Es la teleasistencia. Y aunque puede salvar muchas vidas, puede servir para mucho más.

Un proyecto que ha llevado a cabo la Diputación de Barcelona ha puesto en valor una situación desoladora a la que se enfrentan estos ancianos. Sin embargo, este no es el objetivo inicial del trabajo. La intención original era realizar una prueba de unos sensores inteligentes que detectan la situación en la que está viviendo un mayor, desde la temperatura hasta la movilidad.

Lo que observó la Diputación, entre las casi 100.000 personas que eran objetivo de estudio, es que la mitad de ellos hacía uso de su botón para poder conversar con alguna persona. La principal dolencia que aquejaban los mayores era la soledad. Al otro lado de la línea, un trabajador social aporta la atención y las palabras que la persona mayor necesitaba.

Un proyecto similar en Ciudad Real

El pequeño pueblo ciudadrealeño de Luciana, también realizó un proyecto similar hace un año. Entonces, testaron con los 350 habitantes de la localidad un sistema para que con el propio wifi de las casas, usando las señales inalámbricas y la inteligencia artificial.

De un modo similar, gracias a esos datos, son capaces de reconocer el comportamiento de una persona y compararlo con un comportamiento habitual para conocer si existe alguna anomalía. En ese caso, el sistema lanzaría una alerta para advertir de que podría haberle ocurrido algo a la persona que se está monitorizando.

Todo ello lo procesa una inteligencia artificial que permanece alojada en la nube y que está conectada todo el tiempo con las familias.

Otro ejemplo para atacar la soledad

Desde el 2020, un año marcado por la pandemia, la tecnología ha resultado imprescindible para apoyar a los colectivos más vulnerables y a las personas que han sufrido aislamiento tras la reducción de las interacciones personales y salidas motivadas por la COVID-19.

En Murcia, más de 3.400 personas que se han beneficiado de la teleasistencia han visto mitigado su aislamiento gracias a las más de 141.9000 llamadas que han sido gestionadas desde la central de la empresa adjudicataria. Se atendió un total de 47.757 llamadas de los usuarios del servicio, de las cuales, el 29 por ciento fueron para solicitar algún tipo de información y más de un 10 por ciento para reducir su sentimiento de soledad.