La preocupante realidad de los tiburones, 'funcionalmente extintos'

Los tiburones son una de las especies que más llama la atención, y sobre la que más películas y reportajes se han realizado. Sin embargo, también es uno de los animales que más sufre la caza. Aproximadamente el 40% de los tiburones tigre vive con un anzuelo enganchado en su hocico con el que tendrá que convivir para siempre, mientras que otro 20% muestra heridas por su interacción con los instrumentos de pesca.

Un estudio reciente publicado en Fisheries Research, observó durante ocho años a 55 escualos en la Polinesia Francesa, en el Océano Pacífico, y según relata la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), ese espacio de pesca, es también hábitat de los tiburones que se encuentran en peligro de extinción en esa zona.

Los grandes depredadores del mar terminan en los mercados o muertos en el fondo del mar, en el mejor de los casos con anzuelos enganchados o graves heridas. Desde la IUCN alertan que los controles y los procesos de protección son insuficientes para asegurar la vida de los tiburones.

Situación a nivel global

La situación a nivel global es alarmante. La revista Nature ya denunció el año pasado la cruda realidad de la pesca de tiburones, llegando a decir que las especies en un 20% de los arrecifes de coral están 'funcionalmente extinta'.

En un estudio de más de 50 países, en 371 arrecifes de coral diferentes, con más de 800 horas de observación, se encontraron que solo tres tiburones hicieron acto de presencia en estos arrecifes, en zonas correspondientes a seis países distintos: República Dominicana, Antillas Francesas, kenia, Vietnam, Antillas Holandesas y Qatar.

Uno de los focos más preocupantes es el Mar Mediterráneo, con un declive de un 95% de los tiburones desde 2008. La causa de nuevo es la sobrepesaca. Los tiburones azules se encuentran en verdadero peligro de extinción en el Mediterráneo, y en una situación de vulnerabilidad en todo el mundo. Con más de 1.355 horas de vídeo, solo se han visto siete tiburones azules en aguas mediterráneas, y la mitad de ellos con mascas y heridas.

Insuficiencia de espacios protegidos

Ante la falta de áreas protegidas para los tiburones, otra de las ideas para evitar su sobrepesca, es cambiar la imagen de estos escualos. Los expertos apuntan que no son máquinas asesinas de personas, sino todo lo contrario.

Por año se registran poco más de 100 mordeduras a seres humanos de las que solo cuatro o cinco son mortales y fruto de un ataque de depredación. El 95% restante se debe a la responsabilidad de la gente, a la confusión del animal, o a su voluntad de marcar su territorio