¿Qué es la 'arquitectura hostil' y de qué forma perjudica a las personas sin hogar?

Según las últimas cifras publicadas por el Gobierno que se encuentran reflejadas en la Estrategia Nacional Integral para Personas Sin Hogar, cerca de 40.000 personas en nuestro país no tienen un techo en el que cobijarse. Una circunstancia que, en muchas ocasiones, se complica todavía más por la denominada 'arquitectura hostil'.

Las principales ciudades de nuestro país (y también fuera de nuestras fronteras) ponen, con este tipo de diseños, barreras para aquellas personas que viven en las calles. Por ejemplo, sustituyen bancos alargados por asientos individuales o instalan reposabrazos en los bancos largos de los parques. Toronto, Los Ángeles, Tokio o Londres. Son muchas las imágenes que trascienden a través de redes sociales de este tipo de arquitectura que trata de frenar la acogida de ciudadanos sin techo.

Es un fenómeno, por tanto, que se entiende mejor viendo este tipo de instantáneas y que también explican los expertos. Así lo explicaba uno de ellos a Business Insider: "Mobiliario hostil es el que no te invita a hacer un uso del espacio público, sino que te expulsa, te invita a estar lo mínimo posible en la calle. Ahora que tenemos un problema de vivienda tan grande, con cada vez viviendas más pequeñas, el mobiliario urbano es fundamental que nos acoja".

El concepto como tal, comenzó a utilizarse en los años noventa, aplicado a procesos muy agresivos de ciudades tan relevantes como Nueva York y Londres. De hecho, el gran símbolo de esta ingeniería social fueron los llamados "bancos Camden" que fueron instalados en la ciudad británica en 2014.

A finales de junio, el diario Público habló con Camilo sobre este asunto, que le "tocaba" de lleno. Camilo es un 'sin techo' que lleva cinco años sorteando postes y barrotes. Él explicaba por qué se produce este tipo de arquitectura. "Todo esto lo hacen porque la gente que duerme en la calle sobra. Es un tema de imagen. No quieren que se vea a tanta gente tirada en la calle. Queda feo. ¿Pero qué hacemos? ¿Dónde nos escondemos?", explicaba.

El 43 % de las personas sin hogar obtiene sus ingresos "pidiendo en la calle" y la mayoría acude regularmente a comedores sociales. Más de la mitad afirma haber sido víctima de algún delito desde que viven en la calle, pero solo en tres de cada diez casos lo denunciaron a la Policía. Una situación crítica que hasta el Papa Francisco ha denunciado. En junio de 2019, el Sumo Pontífice indicó que existía un "ensañamiento" en la arquitectura hostil contra los pobres en todo el mundo.

"Se ha llegado hasta el punto de teorizar y realizar una arquitectura hostil para deshacerse de su presencia, incluso en las calles, últimos lugares de acogida. Son tratados como desperdicios, sin que exista ningún sentimiento de culpa por parte de aquellos que son cómplices en este escándalo", subrayaba.

Una problemática que se viene acentuando en los últimos años y que dificulta que estas personas sin hogar tengan un lugar en el que resguardarse.