¿Qué diferencia hay entre los rayos UVA y UVB y cómo afectan a nuestra piel?

Con la llegada del verano todos oímos hablar de los rayos ultravioletas. Estas emisiones son radiadas por el sol, de forma natural, aunque cada vez es más habitual ir a un centro de estética para ponerse moreno de forma artificial. Los rayos ultravioleta se dividen en UVA, UVB y UVC. Todos ellos llegan a la Tierra y nos afecta directamente a la piel, un órgano que muchas veces olvidamos su cuidado.

Desde el punto de vista físico, los rayos UVA y UVB, se miden en longitud de onda. Los rayos UVA tienen una longitud de onda mayor (315-399λ) que la de los rayos UVB (280-314λ). Como la longitud de onda de los rayos UVA es superior, los rayos no son absorbidos en su totalidad, llegando a una mayor cantidad. Sin embargo, los UVB al tener una longitud de onda inferior, son mayormente absorbidos por la capa de ozono.

La energía que emiten los rayos UVB es mayor, por lo que daña de una forma más directa las células de nuestra piel, generando quemaduras de sol dolorosas.

¿Cómo nos afecta a nosotros?

En ambos casos, las dos radiaciones perjudican a nuestra piel, pero la radiación UVA tiene un mayor alcance. Durante todo el año la radiación de rayos UVA es de un 95%.

Cuando nos ponemos morenos en verano es porque ha habido una exposición a los rayos UVA, que son los responsables de conseguir que la pigmentación de nuestra piel tenga un aspecto bronceado. En verano nos ponemos morenos gracias a los rayos UVA, los cuales aparentemente nos queman, pero nos parecen invisibles. Sin embargo, cuando quedamos expuestos a los rayos UVB, en nuestra piel aparecen quemaduras rojas y dolorosas.

¿Qué hacen los bronceadores? Por lo general, suelen tener una baja protección solar. Las nociones bronceadoras tienen en su composición elementos químicos que facilitan la penetración de los rayos en nuestra piel, consiguiendo que el color de la piel obtenga un tono 'moreno'.

¿Qué podemos hacer para protegernos de los rayos UV?

1. Llevar sombreros de ala ancha para que nos protejan las orejas, nariz, ojos y cuero cabelludo de la exposición de los rayos.

2. Utilizar ropa ligera, evitando que la ropa esté mojada.

3. Usar gafas de sol con protección de rayos UV.

4. Recurrir a espacios con sombra.

5. Emplear protección solar, la protección recomendable para evitar las quemaduras de los rayos UVA y UVB es +50, ya que nos protege de ambas radiaciones, filtrando casi al 99% las radiaciones.

Por otro lado, hay alimentos que no deben faltar en nuestra dieta porque son importantes para el cuidado de nuestra piel como las zanahorias, espinacas, tomates, pescado azul y aguacate, ya que son alimentos ricos en vitaminas y ayudan a la protección y producción de la melanina.

El cáncer es la principal causa de muerte, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La piel es un órgano que está en constante exposición y que descuidamos su protección frecuentemente. Sin embargo, los especialistas aseguran que el cáncer de piel es una de las enfermedades más prevenibles ya que la mayoría de los casos aparecen por la sobreexposición a los rayos ultravioletas del sol.