"Remote Care", el programa de asistencia para los mayores que se está probando en Ciudad Real
Los ancianos de Luciana (Ciudad Real), serán observadas en su día a día gracias a una herramienta de inteligencia artificial que velará por su seguridad
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"Es un sistema similar a la teleasistencia"; así se presenta Remote Care, el nuevo programa destinado a proteger a las personas más mayores que viven en soledad. Para ello, Telefónica y Aerial, han desarrollado este proyecto en una pequeña localidad de la provincia de Ciudad Real, hablamos de Luciana. Con alrededor de 350 habitantes. Luciana se presentaba como el lugar perfecto para arrancar esta iniciativa.
Esta solución, que no necesita dispositivos portátiles adicionales, cuenta con una interfaz de detección de movimiento para el wifi doméstico, utilizando las señales inalámbricas ya existentes, junto con la inteligencia artificial y el análisis contextual, para detectar presencia y movimientos
Su capacidad para procesar ese movimiento detectado es lo que permite al software reconocer la presencia humana y proporciona información sobre esa actividad en concreto. El motor de inteligencia artificial alojado en la nube transmite además a los familiares información sobre las actividades de las personas mayores y la compara con su nivel de actividad habitual, lo que facilita de forma remota saber cómo se encuentran en cada momento.
El alcalde de la localidad, Dionisio Vicente, ha pasado por la Cadena COPE para contar más detalles sobre este proyecto, y ha explicado que el programa está destinado a "controlar el bienestar de los mayores entre 75 y 95 años de edad". En concreto, el sistema va a prestar más ayuda a las mujeres ancianas, puesto que estadísticamente, la gran mayoría de personas de la tercera edad que viven en soledad, son mujeres.
El algoritmo funciona de manera que si se rompe la rutina del anciano en cuestión, el programa lanzará una notificación a los dispositivos móviles de las personas que formen parte de su familia. Esa rutina se basa en el movimiento que realiza el paciente; memoriza cada aspecto de su rutina y, gracias a ello, logra elaborar un patrón que en el instante que deje de repetirse, lanzará una alerta.
Uno de los puntos que más curiosidad plantea es la propia eficacia del sistema. Pongamos un ejemplo: supongamos que uno de los ancianos decide salir a dar un paseo en un momento concreto, en unas circunstancias especiales, saliendo de cualquier tipo de hábito frecuente. Esto implicaría que el paciente en cuestión estaría perfectamente, pero enviaría una alerta sobre su estado, ya que no cumple los patrones de sus hábitos. Sin embargo, el alcalde nos dice que serían "casos muy concretos" y que no generarían problema alguno.
Lo que parece claro y evidente es que nuevamente la tecnología interviene en nuestro día a día para facilitar la vida, en este caso, a las personas que más lo necesitan, los ancianos. De esta manera, se favorece también el desarrollo de los pueblos que sufren despoblación; gracias a esta iniciativa, esa población mayor no tendrá la necesidad de moverse y trasladarse a otros lugares.