“Ser un vientre de alquiler me ha destrozado la vida”
La Plataforma Internacional “Stop Surrogacy Now” inicia una campaña para pedir que se prohíba la práctica mercantil de la maternidad
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Kelly Martínez es una joven norteamericana que se siente destrozada. Ha grabado un video para denunciar la práctica mercantil de la maternidad y en él dice que “la han usado y mentido”, aprovechándose de sus necesidades económicas. La intentaron convencer de lo “glamuroso que era alquilar su vientre para parejas que no eran fértiles”. Le dijeron que ayudaría a formar familias felices a cambio de una cantidad económica que le resolvería la vida a ella también. Nadie le explicó, dice Kelly, que estaba poniendo en riesgo su vida .
La campaña está promovida por la Plataforma Internacional “Stop Surrogacy Now”. Comenzó en EEUU y se ha extendido ya por otros 13 países en los que están pidiendo que se prohiba esta práctica mercantil de la maternidad, que atenta contra la mujer, la ética y los derechos humanos.
Su preidenta, Jennifer Lahl, ha explicado en Madrid que con la práctica de los “vientres de alquiler” el cuerpo de la mujer y los niños que engendra se convierten en “un objeto mercantil”
La estadounidense Jennifer Lahl pide a los políticos españoles que no legalicen los vientres de alquiler. En su opinión “es un mito que se puedan regular sin que la mujer resulte herida”, porque se trata de “un atentado de los derechos humanos” ante el que “la única manera de proteger a mujeres y niños es que no se permita el vientre de alquiler”.
Muchos países, como ocurre en España, están intentando regular los vientres de alquiler. Algo que solo supondría, decía Lahl, fijar el precio de la maternidad o los requisitos económicos para alquilar estos vientres.
“Algo repugnante y denunciable por parte de todas la mujeres”, decía la presidenta de “Stop Surrogacy Now” durante la presentación del documental “Big Fertility”.