Solo hay vacunas para el 17 por ciento de quienes necesitan la segunda dosis

Las neveras de las CCAA's están cada vez más vacías. Después de un día fuerte de vacunación este lunes que concluía con un 42 por ciento más de personas inmunizadas con las dos dosis que el viernes; las reservas de dosis disponibles han caído un 45 por ciento de forma que ahora mismo en España solo hay inyectables para cubrir al 17 por ciento de quienes están a la espera de una segunda dosis.

Y es que en este momento las regiones solo disponen de 159.796 inyectables para las 893.477 personas que necesitan la segunda dosis, un 9 por ciento menos que el pasado viernes según las cifras actualizadas por Sanidad este lunes.

Pendientes de la posible llegada esta semana de nuevos suministros, 8 de cada 10 personas están a la espera de poder finalizar su inmunización. Las nuevas vacunaciones se han frenado en buena parte del país y algunas Comunidades Autónomas, entre ellas, Madrid y Cataluña, las han suspendido hasta la llegada de nuevos suministros.

Los últimos datos publicados por Sanidad reflejan una dispar situación en las Comunidades Autónomas. País Vasco que hace una semana anunciaba que ralentizaba la administración de las primeras inyecciones a sanitarios es la Comunidad Autónoma que tiene más dosis disponibles para quienes están pendientes de esa segunda inyección, allí el 57 por ciento la podrían recibir.

En Madrid hay dosis para cubrir al 26 por ciento de quienes están a la espera de la segunda dosis, en Cantabria para el 24 por ciento y en Cataluña para algo más del 21 por ciento.

Pero en la mayoría de las regiones las reservas están muy por debajo. Especialmente en Castilla y León que dispone de 330 dosis para vacunar a más de 55.000 personas. En Castilla la Mancha los inyectables solo alcanzarían para el 2 por ciento, en Canarias y La Rioja para el 3 por ciento y en Aragón y Murcia para menos del 5 por ciento.

Este lunes nos encontramos con niveles de disponibilidad similares a los del 22 de enero cuando las Comunidades Autónomas solo disponían de dosis para asegurar la segunda inyección del 17 por ciento de quienes ya habían recibido la primera. Fue entonces cuando algunas de ellas como País Vasco, Asturias, Andalucía Asturias y Canarias y Comunidad Valenciana empezaron a ralentizar el proceso de vacunación para priorizar completar la segunda dosis que debe de hacerse en el plazo de 21 días en el caso de Pfizer y 28 en el caso de las vacunas de Moderna.

Retrasarse de este esquema resta eficacia a la vacuna, algo que además de tener efectos sobre la persona que la recibe impacta también negativamente en la protección del conjunto de la población.

“Hasta seis semanas entre un pinchazo y el siguiente no sería algo gravísimo, pero hay que reconocer que lo que está probado en los ensayos clínicos como óptimo son los plazos prescritos por las farmaceúticas”, explica a COPE Carmen Cámara inmunóloga de la Paz.

Ella misma está en pleno proceso de vacunación “a medias, esperando recibir la segunda dosis que me tocaría el martes. Nadie nos ha dicho que no fuera a ser así y por ello confiamos en recibir un mensaje por el móvil citándonos para esa segunda inyección”.

Para María Montoya de la Sociedad Española de Inmunología https://www.inmunologia.org/ “la primera dosis ya ayuda, pero lo que necesitamos son dos dosis y eso es lo que queremos ver. Si hay retrasos en lugar de una eficiencia del 90 por ciento obtendremos una eficiencia del 85 por ciento o del 80 por ciento. La eficiencia baja más cuanto más te alejas de la pauta prescrita para cada vacuna”.

“Podríamos estar ante inmunizaciones parciales que no ayudarían a conseguir la inmunidad de rebaño que es el objetivo y para lograrlo cuanto antes se vacune a un 70 por ciento de la población y con mayor eficacia mucho mejor”, concluye Montoya.

Pero los retrasos en la llegada de vacunas han dado al traste con parte de la planificación efectuada por las Comunidades Autónomas. A falta de una estrategia nacional única sobre cómo llevar a cabo la vacunación más allá de la prioridad de colectivos a vacunar cada región que, según los expertos consultados por COPE, hubiera sido lo deseable cada región ha llevado a cabo la suya.

Y, ahora, en pleno recorte en la producción de Pfizer los retrasos de Moderna, y el también menor número de vacunas que van a llegar cuando lleguen de AstraZeneca, ha quedado patente, aseguran, que guardar para las segundas dosis ha sido la decisión más prudente.