La escalofriante entrevista de Jesús Quintero al asesino de los marqueses de Urquijo antes de morir
Rafi Escobedo se suicidó en su celda tres días después de realizar su última entrevista
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La escalofriante última entrevista de Rafi Escobedo antes de morir, “ya no soy nada”
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En una entrevista fría y triste dentro de la propia cárcel, Rafa Escobedo contó cómo era su vida en ese momento. En qué se había convertido y sus intenciones futuras. Su cara expresa perfectamente el sufrimiento que ha pasado, y la 'nada' en la que se encuentra en ese punto de su vida.
Todo comienza con el relato del juicio, donde Escobedo reconoce que “a nadie le ha interesado investigar” y que todo “estaba vendido” antes de que saliese la sentencia sobre su caso. Culpable.
A continuación, explica su estancia en al cárcel. En qué se ha convertido dentro de esa prisión. “La cárcel me ha destruido. He llegado ya al final. Nuestras autoridades jurídicas y penitenciarias pueden estar orgullosas. Han conseguido que hoy en día sea nada. Ya no soy nada”, indicaba.
Con estas duras palabras, y largos silencios que dan aún más tensión a la escena, cuenta que es lo único que desea y le falta por hacer: “Lo único que me falta ya es la caja con la crucecita encima”.
“Si algún día me muero, espero que nadie tenga la poca vergüenza de ir a derramar una sola lágrima sobre mi tumba. Me han negado un poco de compasión y de humanidad”, explicaba con la mirada perdida.
Finalmente, asegura que su única escapatoria son “las drogas”. “Me refugio única y exclusivamente en drogas. Lo único que utilizo para poder seguir sobreviviendo”. Rafi Escobedo se ahorco en su celda tres días después. “Me tiro horas y horas mirando las rejas de la ventana diciendo ahorcate, termina de una vez con todo esto”.
El asesinato de los marqueses de Urquijo
En la Madrugada del 1 de agosto de 1980, tres disparos a bocajarro acaban con la vida de los marqueses de Urquijo. Manuel de la Sierra y María Lourdes Montes son asesinados mientras dormían, en habitaciones separadas, de su chalet de Somosaguas. El marqués con un impacto de bala en la nuca, la marquesa dos: uno en la boca y otro en el cuello.
Desde el primer momento se descarta el suicidio. Todo apunta a que ha sido un asesinato cometido por una venganza personal, y se señala a un culpable, Rafel Escobedo Alday, yerno de los marqueses. Muchos identificaron a Rafael con la cabeza de turco de un plan con muchos más responsables.
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La noche del 31 de julio de 1980, Rafi Escobedo, junto a sus amigos Javier Anastasio y el marqués de Torrehermosa, Mauricio López Roberts, cenó en el restaurante El Espejo. Tras tomar unas copas, Javier Anastasio lo llevó a su casa. Eran las 3 de la mañana, allí cogió una bolsa de deporte en la que había metido una pistola, un rollo de esparadrapo, un martillo y un soplete, tras lo que se trasladó al chalet de sus suegros.
Rafi estaba casado con la hija de los marqueses Myriam de la Sierra, y sus suegros nunca le vieron con buenos ojos. Según declaró su mujer, cuando Escobedo recibió la demanda de divorcio, financiada por el propio marqués, Escobedo la amenazó con que iba a "hundir" a sus padres. "Esta vez es de verdad".