Visita relámpago al Gómez Ulla
El propio Manuel intentó quitarle hierro al asunto durante la primera visita que recibió
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Han pasado 48 horas en Madrid para ver a uno de los 21 repatriados españoles de Wuhan. A Mónica, la mujer de Manuel Vela la ha acompañado en este viaje relámpago a Madrid. Marta Gutiérrez, prima del entrenador de fútbol y las dos explican a COPE que verlo les ha tranquilizado mucho.
“Nosotros queríamos ver a Manolito porque en la tele es Manuel Vela pero para nosotros es Manolito, entonces queríamos ver al Manolito cercano nuestro, el de los chistes, las risas, el que levanta la ceja cuando te habla y le ves en la cara sus expresiones y ya viendo eso respira una” dice con una sonrisa de oreja a oreja Marta tras visitar a su primo al que estos días ha llegado a entrevistar hasta la CNN.
Tan asustadas llegaron el domingo a la primera visita de 20 minutos que les facilitaron que fue el propio Manuel quien intentó “quitarle hierro al asunto” bromeando “poniéndose un pañuelo en la boca a modo de mascarilla para hacerles reír” nos cuenta Mónica.
Y risas es sobre todo lo que han compartido en las 4 visitas que han tenido en los dos días que han estado en el Gómez Ulla, unas conversaciones en las que han hablado de todo menos del coronavirus.
Y todo no tanto por el peligro del que son conscientes han escapado sino porque en Wuhan han dejado también un trozo de su vida y muchos niños a los que entrenaban, dos equipos de fútbol en el caso de Manuel Vela, y otros compañeros y amigos que no han podido salir de la ciudad china, epicentro del coronavirus.
Para acceder a la planta 17 del hospital Gomez Ulla es preciso, nos explican, pasar un doble control, firmar un documento y equiparse con guantes, bata y máscara “lo más difícil de llevar porque te aprieta bastante la nariz” señalan Mónica y Marta. Quitarse esas protecciones está prohibido también el contacto físico con los repatriados que van sin protección.
“El primer día nos resultaba más difícil pero ya hoy hemos asimilado que lo tenemos delante y no podemos tocarlo” subraya Mónica.
Si han podido venir a Madrid ha sido gracias al apoyo de la Asociación de Ex Jugadores del Betis que les ha financiado tanto el alojamiento como el billete de AVE. Muchas otras personas,-amigos, vecinos, compañeros de trabajo- también les han ofrecido ayuda. En cambio, subrayan, desde el Gobierno “ni una llamada” ni ahora ni peor cuando su familiar estaba en Wuhan lo que, según explica Mónica, “hubiera supuesto un alivio para las familias”.
Para la tarde del lunes tienen programada su última visita. Después de 80 minutos en el Gómez Ulla con Manuel Vela vuelven a su tierra, a Sevilla, donde esperan volverle a ver cuando termine la cuarentena. Para el 14 de febrero ya preparan, si todo va bien, la forma de celebrarlo. "Una buena barbacoa", subrayan y "una escapada a la playa en familia",
Con respecto al futuro profesional de Manuel, lo tienen claro. Lo que esperan es que una vez controlada la situación pueda acabar su proyecto en China donde estaba contento. Para este entrenador de fútbol era la primera experiencia de trabajo fuera de España. Llevaba tan solo dos meses en Wuhan.