Vuelta al táper en el trabajo pero la mayoría añora comer en casa

Solo 1 millón y 600.000 personas teletrabajan actualmente en España, la mitad de los que lo hacían en el momento más álgido de la pandemia

Vuelta al táper en el trabajo pero la mayoría añora comer en casa

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Solo 1 millón y 600.000 personas teletrabajan actualmente en España, la mitad de los que lo hacían en el momento más álgido de la pandemia. 7 de cada diez de las personas que han vuelto a la oficina añoran comer en casa y una de cada cuatro se llevan un táper al trabajo. Los expertos en nutrición consultados por COPE consideran que la crisis sanitaria nos brinda una nueva oportunidad para comer mejor.

“Que la mitad sean alimentos que comamos sean de origen vegetal, una cuarta parte alimentos ricos en hidratos de carbono complejos y la otra cuarta parte proteínas” es, según explica Susana del Pozo, profesora asociada del Departamento de Nutrición y Ciencia de los Alimentos en la (UCM), la mejor fórmula para mejorar nuestra alimentación ya sea en casa, para elaborar el menú que nos llevamos al trabajo, en la cantina de la empresa o cuando vamos frecuentemente a un bar o a un restaurante cerca de la oficina.

Para elaborar nuestra tartera y que sea saludable debe ser -como, en general, nuestra alimentación- variada y equilibrada: “muchas veces tendemos a hacer algo rápido, que es lo mismo de siempre y sin pensar, pero si tu diseñas y planificas de forma apropiada lo que te vas a llevar puede ser igual de saludable y de agradable nutricionalmente que el de casa”, subraya del Pozo.

Según un estudio de la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados (ASEFAPRE), en torno al 40 por ciento de los trabajadores puede comer en casa ya sea porque teletrabaja, porque tiene un horario flexible o porque trabaja cerca de casa. Casi 7 de cada 10 personas que comen fuera de casa echa de menos comer en su hogar y casi 2 de cada diez elaboran en un único día la mayor parte de sus menús semanales.

Una práctica, que se conoce como “batch cooking”, que los expertos en nutrición consideran puede ser tan válido como cocinar a diario.

“Hay muchísimas opciones, un ejemplo es hacer un cocido típico de garbanzos y con éste plato sacas los garbanzos y los rehogas con espinacas para llevártelos, otra parte los utilizas para llevarte otro día una ensalada y con parte de la sopa de fideos y añadiendo un picadillo de huevo picado y con una ensalda pues es otro menú” explica del Pozo.

Lo que nos podemos llevar va a depender también de si en tu centro de trabajo tienes acceso o no a nevera o microondas. Daniel es obrero y ha buscado su propia alternativa para poder tomar su comida caliente: una tartera eléctrica.

“Me llevo cosas muy variadas, espaguetis, macarrones y tallarines lo que más. También patatas con carne o menestra y siempre plato único. Tengo una tartera eléctrica y basta con conectarla una hora antes en la obra y se calienta” explica.

Para Marina, que como el 8 por ciento de la población según la última Encuesta de Población Activa (EPA) teletrabaja, “comer en casa significa comer en general más sano que fuera de casa ya que con un plato y el postre suele ser suficiente. Si vas a un restaurante siempre comes de más”.

Pero comer en casa no siempre equivale a comer más sano. De hecho en la pandemia hemos comido en el hogar con mayor frecuencia pero nuestra alimentación ha sido de peor calidad nutricional y de mayor valor calórico en parte debido al aumento del consumo de apertivos y alcohol según concluye un estudio del CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y de la Universidad Complutense de Madrid.

Tradujeron a calorías los datos que cada mes proporciona el Ministerio de Agricultura y Alimentación sobre los productos que compramos en el supermercado y concluyeron que en lo peor del confinamiento, en abril de 2020, consumíamos al día 770 calorías más por persona al día que en ese mismo mes de 2019, un 38 por ciento más. Ya en marzo y mayo el aumento las calorías extras se redujeron a las 528 calorías, un 26 por ciento más que un año antes y en junio, mes en el que terminó el confinamiento, fueron 343 las calorías extra, un 18 por ciento más que en 2019.

Para José Manuel Almeida, de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición https://www.seen.es/portal, “ha habido una consecuencia pandémica metabólica un poco regular. Es ahora más importante que nunca reeducar la alimentación de la sociedad en este momento y aprovechar que se está cocinando algo más en casa porque esta situación no puede acabar siendo un bizcocho de chocolate sino unos garbanzos y esa es la parte que dentro de la educación sanitaria deberíamos retomar algo”.

Es “una oportunidad para el cambio” subraya aplicable también al táper que “ya no es el sándwich mixto o la ensalada de pasta que antes llevábamos, sino que hay cada vez mejores ideas innovadoras para incluir productos bastante más saludables como la quinoa”.

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