Los beneficios de tener mocos: ¿por qué es algo molesto pero bueno para nuestra salud?

Es tiempo de gripe, costipados y catarros. Los mocos no nos abandonan, pero, ¿por qué existen? ¿Cuál es su función? Si no fuera por los mocos, estaríamos expuestos a infecciones constantes. Y es que, poseen anticuerpos y células defensivas. Además, mantienen hidratadas y lubricadas las mucosas.

Los mocos están formados por un conjunto de proteínas y glúcidos, gran cantidad de anticuerpos y otros productos orgánicos defensores. Su función es evitar que microorganismos penetren y atraviesen las mucosas provocando infecciones y heridas. En ellos quedan adheridas las bacterias, de ahí que presenten diferentes colores.

Incluso, que los niños se coman los mocos no reviste ningún problema para la salud, pues están compuesto en un 95% por agua, en un 3% por elementos orgánicos y en un 2% por minerales. Contienen numerosas proteínas como mucina, albúmina, Ig, encimas y aminoácidos.

Según una investigación publicada por el National Center for Biotechnology Information de Canadá, los mocos tienen muchos beneficios para la salud e, incluso, pueden ayudar a proteger los dientes. Ello porque las secreciones nasales pueden formar una barrera contra las bacterias responsables de la aparición de caries.

Actualmente, la mucofagia o ingestión de los mocos no forma parte de los trastornos de la alimentación ni de los tipos de TOC o trastorno obsesivo-compulsivo, según se desprende del Manual de Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales.

Aunque este comportamiento no está completamente explicado, se atribuye a una conducta aprendida resultado de la mala educación. Hay varias teorías sobre su origen. Puede tratarse de una acción natural y sana, ya que mediante la ingesta de los mocos se expondría al sistema digestivo a las bacterias que se encuentran en la secreción, lo cual reforzaría el sistema inmunitario.