¿Por qué no debes lavar el pollo antes de cocinarlo?

El pollo es uno de los alimentos más sanos que hay. Este tipo de carne contiene una gran cantidad de proteínas con muy pocas grasas, lo que lo convierte en uno de los productos cárnicos más recomendables para tu salud, por delante de las carnes rojas y los embutidos.

Sin embargo, hay un error que debes evitar cometer a la hora de preparar el pollo. Nunca hay que lavar el pollo crudo antes de cocinarlo.

El pollo contiene microorganismos como el Campylobacter, la Salmonella o el Clostridium perfingens que pueden causar diversos problemas de salud, desde una ligera diarrea a la muerte en los casos más extremos.

Lavar el pollo puede dispersar las bacterias por la cocina

Muchas personas piensan que lavando el pollo se eliminan estas bacterias y que así reducen el riesgo para la salud. Sin embargo, muchas de esas bacterias están tan fijadas a la superficie del pollo que no importa cuanto las laves.

Además, lavar el pollo tiene una consecuencia inesperada y muy desagradable. Al contacto con el agua, las bacterias pueden salpicar y dispersarse a lo largo de la cocina, además de quedarse en nuestras manos y en nuestra ropa, incrementando de esa manera el riesgo de que entren en contacto con nuestro sistema. 

Cómo prevenir la contaminación de los alimentos

Para evitar que las bacterias del pollo lleguen a nuestro organismo hay que tomar una serie de precauciones: