¿Por qué nos enamoramos?
¿Existe una explicación de la ciencia o de la psicología para sentirnos enamorados?
Madrid - Publicado el - Actualizado
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A todos nos ha pasado, conocemos a "alguien especial" y nos hace sentir que “estamos subidos en una nube”. El corazón late más rápido, sudan las manos, insomnio, mariposas en el estómago, ansias por volver a ver a esa persona, sube la presión arterial y se libera azúcar en la sangre para aumentar la capacidad muscular.
Pero, ¿por qué nos enamoramos?. ¿Existe una explicación de la ciencia o de la psicología para sentirnos enamorados? El enamoramiento parece ser que sobreviene cuando el cerebro se inunda de una sustancia llamada feniletilamina que provoca la secreción de una serie de neurotransmisores en cascada:
Estos compuestos combinados hacen que los enamorados puedan permanecer horas haciendo el amor y noches enteras conversando, sin sensación alguna de cansancio o sueño. Por ello, a menudo nos obsesionamos con las personas que nos gustan, porque nos volvemos “adictos” a cómo nos hacen sentir. Pero, ¿qué activa estos procesos, qué hace que nuestro cerebro se fije en un tipo de persona y no en otra?
No todo es química en el amor, según el psicólogo Esteban Cañamares la atracción física es uno de los aspectos que influyen de forma determinante. "Se suelen buscar los tipos físicos representados en nuestra familia. También somos más proclives hacia las personas que nos recuerdan en alguna cualidad a nuestros progenitores y es frecuente que la persona en la que nos fijamos pertenezca al mismo nivel sociocultural y económico”.
Clara Molina, en su libro “Emociones expresadas, emociones superadas” apunta como factores a tener en cuenta, tanto la 'química del amor” como todo lo relacionado con los valores y creencias, las necesidades o los gustos de ambas partes (cuanto más en común se tenga. El mayor poder estimulante corresponde a los sentimientos más que a las simples sustancias por sí mismas, aquellos sí que pueden activar la química pero no en sentido contrario.
El enamoramiento evoluciona a lo largo del tiempo y al cabo de dos o tres años los neurotransmisores no producen en nosotros las mismas sensaciones que antes. El organismo se habitúa a los efectos del cóctel químico y llega la fatídica frase “es que ya no siento lo mismo”. La etapa de excitación, euforia e inseguridad es seguida de una segunda fase de seguridad, calma y equilibrio que podemos denominar de pertenencia, la locura de la pasión decrece gradualmente dando paso a un amor más sosegado.
Tras la bajada de feniletilamina hemos de luchar por que el proceso deje de ser solo químico. Para conservar la pareja es necesario buscar mecanismos socioculturales, buena convivencia, costumbre, intereses mutuos, etc., si no es así llegará la insatisfacción, la frustración, la separación e incluso el odio.....