¿Por qué el 13 de noviembre es recordado de forma fatídica en Galicia?
Se cumplen 17 años de uno de los mayores desastres medioambientales vividos en España
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Se cumplen 17 años del hundimiento del Prestige, un accidente que provocó una de las mayores catástrofes medioambientales vividas en España, la peor que se recuerda en las costas gallegas.
El Prestige
El Prestige era un petrolero de fabricación japonesa que transportaba 77.000 toneladas de fuel, un combustible altamente contaminante, desde la ciudad rusa de San Petesburgo a Gibraltar, su destino inmediato, lugar en donde el capitán debía recibir nuevas órdenes e instrucciones.
Las condiciones del buque para navegar eran acordes a las normas exigibles a esa clase de barcos pero, algunas compañías petroleras habían descalificado al Prestige por no cumplir los estándares de seguridad exigibles.
El petrolero contaba con la bandera de Las Bahamas, su dueño era liberiano, su armador al igual que el capitán del barco griego, el certificado para navegar estadounidense y se encontraba asegurado por una mutua británica.
El hundimiento del barco
Seis días después, tras varios intentos de alejar el buque mar adentro, este se hundía a 250 kilómetros de la costa gallega.
Las consecuencias del hundimiento del Prestige
Una marea negra de grandes dimensiones, más de 1000 playas afectadas desde la frontera de Galicia con Portugal hasta el País Vasco, llegando incluso a la costa francesa; más de 90.000 toneladas recogidas de fuel en las costas durante el primer año desde que se produjo la catástrofe; miles de especies afectadas y la prohibición de la pesca en casi 1.000 kilómetros de litoral durante meses.
Los juicios
Los juicios comenzaron en los juzgados de Corcubión (La Coruña), que se encargaron del caso durante ocho años hasta que en noviembre de 2011 la Audiencia Provincial de La Coruña se hizo cargo de la causa. Tribunal que absolvió de delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, daños y desobediencia a los tres acusados: Apostolos Mangouras (capitán del Prestige), Ireneo Maloto (primer oficial) y Nikolaos Argyropulos (jefe de máquinas). También se eximió al Gobierno español de sufragar los daños que se reclamaban y únicamente fue condenado el capitán del barco, Apostolos Mangouras.
La Xunta de Galicia, el abogado del Estado y el Ministerio Fiscal recurrieron la sentencia y el caso fue llevado al Supremo. El alto tribunal condenó en 2016 a Apostolos Mangouras a dos años de cárcel por un delito contra el medio ambiente y estableció por primera vez la existencia de responsabilidad civil.
En mayo de 2017, la Audiencia Provincial de La Coruña reanudó el caso ante la insistencia de una asociación. Meses después ese mismo juzgado establecía las indemnizaciones definitivas en 1.573 millones de euros. Cantidad que finalmente fue fijada en el año 2018 por el Tribunal Supremo. Más de 1.500 millones que fueron repartidos entre el Estado Español, la Xunta de Galicia, el Estado francés y más de 250 afectados.