El animal que profesores de Oxford señalan como el sucesor de los humanos en la Tierra: vive en el agua pero podría dejar de hacerlo
El profesor Tim Coulson señala que el pulpo sería capaz de establecer civilizaciones en la Tierra si no hubiese humanos, y hasta saldría el agua

Si los humanos se extinguesen, este animal prevalecería
Madrid - Publicado el
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¿Qué pasaría si los humanos desaparecieran de la Tierra? Esta pregunta, que parece sacada de una película de ciencia ficción, ha sido analizada por expertos de la Universidad de Oxford.
Según el profesor Tim Coulson, autor de La historia universal de nosotros, no serían los primates, nuestros parientes más cercanos, quienes tomarían el relevo como especie dominante. Sorprendentemente, los candidatos más probables serían los pulpos, considerados los animales más inteligentes del planeta después de los humanos.

El pulpo es uno de los animales más inteligentes del planeta
¿Por qué los pulpos y no los primates?
A primera vista, podría pensarse que los primates, como los chimpancés o los gorilas, serían los sucesores naturales de los humanos debido a su cercanía evolutiva. Sin embargo, Coulson argumenta que su dependencia de complejas redes sociales y comportamientos específicos podría limitar su capacidad de adaptación en un mundo sin humanos. "La extinción es el destino de todas las especies, incluida la nuestra, aunque esperemos que ese desenlace esté muy lejos", afirma el profesor.
En cambio, los pulpos, con su asombrosa inteligencia y habilidades únicas, tienen el potencial de evolucionar hacia formas más complejas. Estos cefalópodos no solo son capaces de resolver problemas, sino que también pueden comunicarse mediante cambios de color y manipular objetos con una precisión sorprendente. "Con el tiempo, podrían desarrollar formas de respirar fuera del agua y explorar nuevos hábitats, incluso cazar presas terrestres", teoriza Coulson.

La inteligencia del pulpo supera por mucho a los primates
La inteligencia de los pulpos: un potencial sin explotar
Los pulpos son considerados los invertebrados más inteligentes del planeta. Su capacidad para aprender, recordar y adaptarse a nuevos entornos los convierte en candidatos ideales para convertirse en la especie dominante en un futuro lejano. Además, su habilidad para camuflarse y comunicarse mediante cambios de color y textura en su piel sugiere que podrían desarrollar formas de interacción social más avanzadas.
Aunque actualmente están limitados por su dependencia del agua, Coulson sugiere que la evolución podría superar estos obstáculos en millones de años. "En un mundo post-humano, los océanos podrían volverse aún más importantes como centro de biodiversidad. Los pulpos podrían construir ciudades submarinas, interactuar con su entorno de maneras innovadoras y quizás desarrollar tecnología propia", explica el experto.
Imaginar un mundo donde los pulpos sean la especie dominante puede parecer descabellado, pero no carece de fundamento científico. Coulson señala que, en un escenario donde los humanos ya no estén presentes, los océanos podrían convertirse en el epicentro de la vida en la Tierra. Los pulpos, con su capacidad para adaptarse y resolver problemas, podrían liderar esta nueva era.

Se cree incluso que los pulpos podrían salir del agua en ese hipotético caso
Un futuro submarino: ¿ciudades de pulpos?
"¿Es probable que los pulpos reemplacen a los humanos como especie dominante? Es una posibilidad intrigante, pero también improbable a corto plazo. Sin embargo, imaginarlo nos permite apreciar la capacidad de adaptación de la vida", afirma Coulson. Este ejercicio de imaginación no solo es fascinante, sino que también nos recuerda la fragilidad de nuestra especie y la increíble resiliencia de la naturaleza.
Aunque los pulpos parecen ser los candidatos perfectos para suceder a los humanos, Coulson advierte que predecir el futuro de la evolución es casi imposible. "Eventos inesperados, como mutaciones genéticas o extinciones masivas, han guiado la historia de la vida en la Tierra", explica. Esto significa que, aunque los pulpos tienen un gran potencial, no hay garantías de que sean ellos quienes tomen el relevo.
Lo que sí está claro es que la vida en la Tierra continuaría, adaptándose y evolucionando, incluso en nuestra ausencia. "La historia de la Tierra demuestra que ninguna especie es eterna", concluye Coulson. Este pensamiento nos invita a reflexionar sobre nuestro papel en el planeta y la importancia de cuidar el medio ambiente para garantizar un futuro sostenible.