CCOO avisa: sin las ayudas europeas, el presupuesto I+D+i puede caer en 2024

Si el Gobierno no aumenta y consolida el gasto en I+D+i, no solo no será posible situarlo en el 2% del PIB esta década y del 3% en 2030, sino que además convertirá "la lluvia de millones" de los fondos europeos en "un espejismo" tras el cual volverá "la dura realidad".

Esta es la principal conclusión de un informe sobre la inversión en I+D+i realizado por CCOO y presentado hoy en una rueda de prensa por Alicia Durán, representante de CCOO en el Consejo Rector de la Agencia Estatal de Investigación y en el Consejo Rector del CSIC, y miembro de CCOO en el CSIC.

El informe recuerda que los presupuestos de I+D+i de 2018 -heredados por el PSOE del anterior gobierno del PP- contemplaban un gasto de 7.044 millones, de los que 2.839 millones eran subvenciones directas.

Ese presupuesto fue el 8,33% mayor que el de 2017 pero cerca de un 30% menos que el de 2009, cuando la ciencia registró unos "presupuestos míticos", los "mejores de la historia", con 9.662 millones (4.176 de ellos, subvenciones).

Los años siguientes, el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos, que optó por centrarse en la gestión de la pandemia, los volvió a prorrogar.

Y en 2022, las ayudas europeas tuvieron un importante impacto en las cuentas y aportaron a los presupuestos 5.427 millones el año pasado y 7.656 en 2023, lo que elevó el presupuesto total de la ciencia en 16.328 millones en 2023, casi el doble de lo presupuestado en 2009.

Sin embargo, si no se tienen en cuenta las ayudas europeas, el gasto real del presupuesto para la ciencia en 2023 fue un 10% mayor que en 2022 y un 10% menor que el de 2009 (8.673 millones frente a 9.662 millones en 2009).

Solo la partida de subvenciones, que en 2023 suma 3.837 millones, es 340 millones y un 8% menos que lo presupuestado en 2009 (4.176 millones), y eso en un año que el Gobierno ha anunciado "el mayor presupuesto de la historia", ha advertido Durán.

Por tanto, si no se consolida este aumento y se iguala con el gasto de 2009, "la lluvia de millones" de Europa de estos últimos dos años que han supuesto una etapa de bonanza para la ciencia, se puede convertir en un "espejismo que nos devuelva a la dura realidad en 2024", ha advertido.

Más allá del gasto, el informe denuncia el mayor problema de los Organismos Públicos de Investigación (OPI): la pérdida de personal de estos centros que desde 2010 han perdido 600 empleados públicos indefinidos, y eso pese a las Ofertas de Empleo Públicas (OEP) de los últimos dos años (solo en el CSIC, en 2022 se estabilizó el empleo de casi 1.800 personas).

El informe también denuncia que el recorte sostenido de la Administración General del Estado (AGE) -que ha perdido más del 20% del personal y 40.000 puestos de trabajo en los últimos 10 años- empieza a mostrar sus efectos, "con una administración al borde del colapso que no acaba de recuperarse tras la gestión de los ERTES, el IMV y las ayudas del gobierno".

La "revolución de la administración", basada en un aumento importante de la colaboración público-privada, "no es la salida", subraya el informe.

Por último, lamenta que la mayor parte de las ayudas del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia se hayan concentrado en el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, con un 55,3%, frente al 21% obtenido por el Ministerio de Ciencia e Innovación y el 20,3% del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

CCOO recuerda que ya en 2022 denunció "la laxitud de los criterios de distribución al sector empresarial realizado por el departamento de Nadia Calviño, que asignó entonces más del 70 % de sus 3.285 millones al ámbito privado".