China afianza su control del 5G y ya planea la conquista del 6G para 2030

Mientras en España apenas se sabe de la existencia del 5G (a pesar de que ya existe en hasta 15 ciudades del país), China ya piensa en el 6G. Parece que el gigante asiático se ha hartado de la tecnología anterior. O, al menos, parece que lo hará pronto. Aunque sólo sea porque está previsto que haya más de 600.000 estaciones de 5G en territorio chino al término del año. Con 180 millones de teléfonos preparados para esta generación de datos móviles como añadido.

Una vez realizada tal apuesta con tintes de consolidación definitiva del 5G, tocará embarcarse en un plan a 10 años para amarrar el 6G. Aún hay problemas que solucionar con el chip y el sistema operativo de turno, pero ya quedan atrás los tiempos en los que China no estaba a la vanguardia de las tecnologías móviles. Lo que ocurrió con el 3G y el 4G dejó de ser una opción hace mucho.

La gran esperanza para rematar lo concerniente al 5G y estar muy bien posicionado en cuanto al 6G está clara: Huawei. La multinacional tecnológica china ya controla alrededor del 60% de las estaciones de 5G domésticas y cuenta con hasta 91 contratos para comercializar el 5G, con la mitad de ellos en Europa. De ahí que en la compañía ya se esté investigando el próximo nivel de la cobertura móvil.

Eso sí, parece que habrá que esperar hasta 2030 para que las aplicaciones preparadas para el 6G tengan una cabida importante. Es decir, queda lo suyo de cara a la comercialización. Por eso, los planes más optimistas hablan de tener una visión sobre la nueva tecnología en 2023, estandarizar las especificaciones técnicas en 2026 y preparar las tecnologías pertinentes en 2028.

El objetivo de China es extender el dominio alcanzado con el 5G también al 6G. En especial, para que países como Estados Unidos no acaben con su posición hegemónica a este respecto: hay que aprovechar al máximo la brecha tecnológica que se ha abierto entre el país y sus competidores.

¿Qué supone el 5G y qué supondrá el 6G?

Con el 5G, se conseguirá una conectividad total en las ciudades. Permitirá navegar hasta 10 veces más rápido que la fibra óptica y apenas habrá tiempo de carga para acceder a los distintos contenidos online (tanto es así que este pasará a ser imperceptible). Gracias a él, podremos descargar una película en cuestión de segundos y conectarnos prácticamente a cualquier cosa para obtener información, por ejemplo.

Si esta tecnología ya promete (y cada vez queda menos para que se generalice), el 6G aún lo hace más: su velocidad de descarga será de 1.000Gbp/s frente a los 600Mbp/s del 5G. Gracias a un avance así, la Inteligencia Artificial pasará a ser mucho más importante en nuestras vidas, ya que los sistemas inteligentes podrán solucionar tareas complicadas en el momento.

Todavía habrá que esperar lo suyo para comprobarlo con nuestros propios ojos, pero las películas futuristas cada vez serán menos irreales. Si creíamos que la tecnología nos había cambiado la vida, todo apunta a que todavía no hemos visto nada. Pero lo veremos.