Expertos desaconsejan subir fotos a ChatGPT para hacerlas del estilo Ghibli por un peligro oculto: es como una estafa

Mucha gente se ha lanzado a subir sus fotos a la plataforma para convertirlas al estilo anime, pero los expertos en ciberseguridad recomiendan no hacerlo

Las fotos estilo Ghibli han sido muy populares durante estas semanas

Luis Calabor

Madrid - Publicado el

3 min lectura

En los últimos días, las redes sociales se han llenado de imágenes encantadoras. Personas de todas las edades comparten versiones animadas de sí mismas con la estética mágica de Studio Ghibli, como si fuesen personajes de El viaje de Chihiro o Mi vecino Totoro. Esta tendencia, impulsada por herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT, de OpenAI, ha captado la atención de miles de usuarios que, movidos por la curiosidad o la nostalgia, han subido sus propias fotos —o las de sus hijos, parejas o mascotas— para ver el resultado en versión anime.

Sin embargo, lo que parece un juego entrañable podría esconder una trampa peligrosa. Expertos en privacidad digital y protección de datos advierten que esta práctica, aunque viral y divertida, supone un serio riesgo para la seguridad personal.  

Muchos han empezado a hacer sus fotos al estilo Studio Ghibli

"ESTÁS ENTREGANDO INFORMACIÓN VALIOSA"

El abogado especializado en protección de datos Eduard Blasi lanza una advertencia clara: subir imágenes personales a este tipo de plataformas tiene varios riesgos. Según explica, muchas personas están entregando de forma voluntaria no solo su imagen, sino también fotos íntimas, familiares o únicas que podrían acabar siendo utilizadas sin su consentimiento.  

“No es solo que cedas una imagen para un resultado artístico —afirma Blasi—, es que estás entregando información valiosa que puede ser usada para entrenar algoritmos de inteligencia artificial, reconocimiento facial o incluso para suplantaciones de identidad en el futuro”.  

Este fenómeno recuerda a lo ocurrido con FaceApp en 2019, cuando millones de usuarios entregaron sus rostros a una aplicación que les mostraba cómo se verían de ancianos. Aunque parecía una simple curiosidad, en realidad se trataba de una enorme operación de recogida de datos biométricos. “Estamos cayendo otra vez —insiste Blasi—, solo que ahora con una capa nostálgica y bonita que lo hace más difícil de detectar”.  

Estamos cayendo otra vez, solo que con una capa bonita que lo hace más difícil detectar"

Eduard Blasi

Abogado especializado en protección de datos

la respuesta de openai al respecto de la privacidad

Desde OpenAI se afirma que sus políticas están orientadas hacia un uso responsable de los datos. Sin embargo, los expertos recuerdan que, una vez una imagen se sube a una plataforma de este tipo, el control sobre su uso se pierde.  

Cuando subes una foto para que se transforme en estilo Ghibli, esa imagen no solo es procesada: puede ser almacenada, utilizada para entrenar modelos futuros y asociada a datos biométricos sin que el usuario lo sepa. Y aunque en muchos casos esto se recoge en los términos y condiciones de uso, casi nadie los lee.  

Lo preocupante no es solo la pérdida de control, sino el potencial mal uso de estas imágenes. Con el auge de la inteligencia artificial, las imágenes pueden ser utilizadas para generar avatares falsos, deepfakes, o incluso ser integradas en bases de datos para sistemas de vigilancia o identificación sin consentimiento del titular.  

ChatGPT se ha desbordado ante las solicitudes para hacer fotos al estilo anime

“Cada vez que participamos en estas modas tecnológicas, estamos cediendo un poquito más de nuestra privacidad”, comenta Blasi. “Y lo peor es que lo hacemos sin pensar, por pura diversión”.  

LAS RECOMENDACIONES CON NUESTRAS FOTOS SUBIDAS A INTERNET

Ante esta situación, los expertos recomiendan:  

  • No subir imágenes personales o familiares a herramientas de IA, aunque parezcan inofensivas.  
  • Leer siempre los términos y condiciones, aunque sea de forma general.
  • Evitar participar en retos virales que impliquen compartir fotos o vídeos, especialmente de menores.
  • Valorar si el resultado justifica el riesgo: ¿realmente merece la pena entregar tus datos por una ilustración bonita?  

Alamy Stock Photo

OpenAI asegura que se protege el destino de las fotos, pero no se sabe del todo a dónde van esas fotos

Convertir tu foto en una imagen al estilo Studio Ghibli puede parecer una forma divertida de interactuar con la tecnología, pero no es tan inocente como parece. Detrás de cada filtro encantador hay una maquinaria de datos que se alimenta de nuestra curiosidad y nuestras emociones.

“Tenemos que dejar de normalizar la cesión de nuestra privacidad como parte del juego”, concluye Blasi. “Porque si no, al final, lo que parece arte puede terminar siendo una forma muy sofisticada de explotación de datos”.