Falco, jugador profesional de eSports: “La vida del gamer es muy estresante pero muy gratificante”
Madrid ha acogido este fin de semana el mayor evento de deportes electrónicos de España, que ha congregado a más de 50.000 visitantes
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Una pregunta para todos los padres: ¿alguna vez su hijo les ha dicho que quiere ser jugador profesional de videojuegos? Si es así, no se preocupe, es una de las profesiones que está de moda entre los jóvenes. Precisamente Madrid ha acogido este fin de semana el mayor evento de esports de España, la Gamergy, una convención de videojuegos que permite al visitante ver competiciones en directo, comprar las camisetas de sus equipos favoritos, enfrentarse a profesionales o a rivales de toda España y, sobre todo, disfrutar del mundo de los deportes electrónicos.
Allí ha estado Falco, jugador profesional de League of Legends que viste la camiseta del club madrileño MAD Lions. Para él, la vida del gamer es “muy estresante pero muy satisfactoria porque te dedicas a algo que es tu pasión”. Una profesión que él no decidió que sería su futuro, sino que vio cómo jugaba mejor que el resto de sus oponentes y tomó la decisión de probar en el mundo profesional.
Lo hizo mientras estudiaba el segundo curso universitario de Administración de Empresas, gracias al consejo de su madre, “o dedicarme por entero a los estudios o a los esports”. Unos padres que le apoyaron “desde el primer momento”, y la influencia de su hermano, que fue quien le descubrió el juego en el que ahora es profesional, convierten a la familia de Falco en el complemento ideal a un chico con talento para ello.
Su rutina diaria dista mucho de la opinión que suele generar este tipo de profesión. Para muchos, los gamers juegan durante dos horas al ordenador y con ello han completado su jornada laboral, pero nada más lejos de la realidad. Cada día se levantan a las nueve de la mañana, y desde que terminan de desayunar hasta la hora de comer entrenan sus habilidades y destrezas en solitario. En horario vespertino, el equipo se reúne al completo para entrenar juntos hasta la hora de la cena. A este entrenamiento hay que sumar las sesiones de vídeo, las charlas tácticas y los momentos de competición. Todo ello complementado con sesiones de entrenamiento físico, normalmente tres veces por semana.