5G, la puerta a un futuro de posibilidades, con un presente limitado
Todavía quedan años para que el 5G llegue a su máxima capacidad, pero ya se ven los primeros indicios de sus ventajas
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En 2010 nadie pensaba en poder ver vídeos en los móviles. No existía esa necesidad: abríamos los ordenadores y punto. La revolución llegó con el 4G. A día de hoy, un móvil sin acceso a Internet es un producto absolutamente minoritario. Han pasado los años y ahora los esfuerzos se concentran sobre todo en el desarrollo de la siguiente generación de tecnología de telefonía móvil: el 5G.
A día de hoy da igual dónde busques, a qué experto consultes, las características del 5G son todas futuribles: todo son posibilidades. Se nos habla de tener todos los aparatos electrónicos de nuestras casas controlados en el móvil, de conectar mediante realidad aumentada a un médico en Europa con una aldea en África para dirigir una operación, de ciudades inteligentes, de coches que no necesitan conductor, de fábricas hiperconectadas… Pero por ahora, ¿qué diferencias ofrece respecto al 4G? Tres: una mayor velocidad para conectarse a internet, permite interactuar en tiempo real a grandes distancias y mayor eficiencia.
La eficiencia se debe a la tecnología que utiliza, llamada MIMO: menos energía y más potencia de señal, explica en COPE Fernando Delgado, ingeniero de telecomunicaciones y Jefe de producto de 5G en Vodafone. Pone un ejemplo: “el 4G es como una fuente pública que emana agua en todas direcciones y el 5G es como un grifo, más directo y certero”.
La velocidad de conexión subraya impactará muy positivamente en las relaciones entre empresas, proveedores y clientes de pymes y grandes empresas y contribuirá a reducir aún más los costes.
Un ejemplo lo ofrece el Observatorio Nacional del 5G https://on5g.es/ : una empresa con fábricas deslocalizadas en lugares rurales y alejadas, ante un problema técnico, pueden acudir a la realidad virtual para resolverlo evitándose costes.
Organizar la incorporación del 5G a los distintos sectores productivos también supone una demanda de empleos dedicados a esta tecnología. La Comisión Europea estimó que España recibiría más de 5.000 millones de euros de inversión y creación de más de 300.000 empleos en información y comunicación de aquí 2030, en especial en ciberseguridad y defensa.
La expansión territorial del 5G
El 5G llegó al mercado a finales de 2018, y comercialmente a España en 2019, y sigue en expansión. Se planteó como un proyecto para la mejora de las redes de los operadores de telefonía móvil, como indica Cristina Gallego, profesora de Marketing y Comunicación en la EAE Business School y experta en tecnologías digitales. El gobierno de España lo lanzó en septiembre de aquel año. Fue progresivo desde entonces, pero con la pandemia la demanda de conectividad aumentó. Más tiempo en casa, más uso.
El 5G necesita nuevas antenas, infraestructuras que se están instalando sobretodo en ciudades grandes, con más consumo tecnológico e hiperconectadas.
En España las operadoras telefónicas han instalado 5G en miles de poblaciones por todo el territorio, empezando por las ciudades, pero también ha llegado a algunos pueblos antes incluso de que el 4G estuviese asentado.
Almudena García, alcaldesa de San Esteban del Valle (Ávila), explica en COPE que Movistar les comunicó que desde marzo tienen un despliegue de banda de 700 mhz en la localidad. Al principio causó problemas de interferencias con algunos televisores del pueblo, pero se solucionaron instalando aparatos para recoger esa frecuencia. Aún así hoy persisten algunos problemas y es que según los vecinos del pueblo el 5G funciona bastante peor en verano cuando hay mucha gente.
Para garantizar las características del 5G, los emisores y receptores de señal (antenas y móviles respectivamente) y la propia señal deben ser diferentes al 4G. Las operadoras se encargan de preparar la red y los fabricantes de móvil adaptan los aparatos para que reciban la señal 5G, como indica Fernando Delgado. El cambio se está produciendo, y cabe preguntarse si el fin del 4G está próximo. Cristina Gallego estima por ejemplo que al 4G le queda una década.
5G, tecnología ‘‘verde’’
El 5G está destinado a conectar más el mundo, romper brechas digitales, a ser clave en el crecimiento económico y beneficiar al medio ambiente. La Fundación Telefónica ya estimó en 2020 que el 5G supondría menos consumo de energía que el 4G, siendo un 90% más eficiente. La empresa sueca Ericsson, dedicada a la fabricación de telefonía móvil aventuró en 2021 que las ventajas del 5G reducirían las emisiones de CO2 en un 20% en la Unión Europea de aplicarse en sectores como la energía, el transporte, la industria o la construcción.