Así será la actuación de Blas Cantó en Eurovisión 2021

La delegación española presenta una puesta en escena sin un mensaje potente en la que sólo destaca una sobredimensionada luna

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Javier Escartín

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Blas Cantó apela a la emoción para darle la vuelta a las casas de apuestas. El representante de España en Eurovisión 2021 ha pisado este jueves por primera vez el escenario del Ahoy de Róterdam para ensayar su actuación de cara a la gran final del 22 de mayo, en la que una luna de importantes dimensiones acaparará todo el protagonismo en la parte escénica.

Hundido en las casas de apuestas - actualmente ocupa el penúltimo puesto entre los 39 países participantes - Blas Cantó usa el recurso de la luz envolvente de un universo de estrellas para cantar de forma delicada e íntima "Voy a quedarme", su propuesta eurovisiva. Tal como hizo en la gala de preselección, el intérprete arranca a capela el tema sumergido en la oscuridad, con apenas una luz blanca cenital iluminándolo y humo blanco en el suelo. Con el inicio de la música, el escenario cobra más luz y Blas parece bailar entre estrellas mientras en el fondo se aprecia una especie de eclipe solar y todo el escenario cobra un tono azulado.

A la conclusión de la segunda estrofa, una luna de importantes dimensiones cae del techo y acapara gran parte de la atención en la puesta en escena. En el final de la canción, el fondo se torna anaranjado como una ventana a una galaxia expansiva y la luna 'real' se vuelve rojiza. Blas termina la actuación mirando a cámara y el intérprete extiende su brazo para sentir al espectador más cerca.

De este modo, la delegación española parece haberse apoyado en una actuación minimalista, cuyas bazas son la voz de Blas Cantó y la sobredimensionada luna, alejándose por completo del mensaje que acompañaba el videoclip de la canción- el doloroso poso que dejó en Blas Cantó la pérdida de su abuela por coronavirus - y que se esperaba que estuviera presente en la escenografía de Eurovisión.

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Blas, muy elegante vestido completamente de negro, ha tenido algunos problemas vocales durante su ensayo y no ha podido interpretar varias de las notas agudas que trufan la canción. Algo no excesivamente preocupante teniendo en cuenta que se trata de un primer ensayo y que los artistas suelen reservarse la voz para siguientes pases.

En este ensayo, el cantante también ha presentado los cambios en su tema. A diferencia de la versión comercial, la nueva versión de "Voy a quedarme" mantiene el inicio a capela y modifica la segunda estrofa para añadirle una base más rítmica que acelera la composición y le proporciona más energía.

En rueda de prensa, el representante español ha dicho estar contento con su primer ensayo aunque haya que modificar algunos aspectos técnicos. Además, ha señalado que si recuerda la historia que hay detrás de "Voy a quedarme" se pone a llorar. Finalmente, no ha podido reprimir las lágrimas ante los periodistas. "La canción dice 'haré todo lo que pueda por ti, como si tengo que bajar el cielo'. Es lo que prometí a mi abuela. Yo la siento a ella conmigo. Para ser honesto es muy difícil estar aquí. Pero quiero estar aquí por ella", ha dicho.

Tras este primer ensayo, Blas Cantó volverá a subirse al escenario de Eurovisión este sábado para su segundo ensayo individual. Además, tras la posterior rueda de prensa, el murciano conocerá si actúa en el primer o segundo bloque del festival, algo que puede ser decisivo de cara a escalar posiciones en la clasificación.

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