Críticas a 'El Hormiguero' en su regreso por un detalle que no gustó a los espectadores

'El Hormiguero' volvía a las pantallas de las televisiones españolas después de una semana fuera de antena debido a la crisis de coronavirus. A pesar de ser un programa que al principio de estas semanas se resistía a cambiar por el coronavirus llegando a grabarse sin público, finalmente acaba cediendo, y Pablo Motos y los suyos se marchaban de vacaciones forzadas.

Tras una semana de ausencia, el programa de Trancas y Barrancas volvía a emitirse esta vez de una forma renovada y bajo el nombre de 'El Hormiguero 3.0: Quédate en casa'.

Cambio de formato y una crítica obvia

Pablo Motos tenía que cambiar muchas cosas de su programa para poder adaptarse a las exigencias de las medidas tomadas por el Estado de Alarma por el Gobierno. Eso era lo que anunciaba Motos días antes del estreno del programa.

Lejos de la realidad, no hubo un cambio tan radical para poder seguir manteniendo el programa en antena. No hubo público como se podía prever, Pablo bailó con los colaboradores al comenzar el programa y todo siguió con la normalidad habitual.

Motos dedicó 10 minutos a un monólogo sobre los días que estamos viviendo por culpa del coronavirus donde afirmó que: "Hay muchas cosas que no sé, pero hay una cosa que si. Hasta que llegue la vacuna de verdad, la vacuna somos nosotros".

También y como se había avisado previamente, los invitados entraron por medio de una videollamada, en este caso, pasaron por el programa, Miguel Ángel Revilla y el músico Alejandro Sanz.

Sin embargo, el cambio más signficativo fue la apropiación por parte de 'El Hormiguero', de un formato seguido desde hace años por programas como 'Zapeando', 'Al Rojo Vivo', o 'Sálvame', por ejemplo. Un formato donde en la mesa del plató se sientan los colaboradores del programa y van comentando todo el tiempo, cogiendo incluso a veces más protagonismo que el propio presentador.

De esta manera lo hizo Motos, sentó junto a él a Marron, a el 'Monaguillo', Luis Piedrahita, y a Trancas y Barrancas. Dentro de lo dinámico y divertido que resulto esta novedad, muchos espectadores se fijaron en un detalle que no gustó mucho después de todo lo que estamos viviendo.

A pesar de las medidas que se nos recuerdan día tras días, Motos y sus colaboradores estuvieron todo el programa sentados a menos de un metro de distancia, y en muchas ocasiones llegaban a tocarse. Algo que no ha gustado al no respetarse una distancia de seguridad como si se hace por ejemplo en el plató de 'Supervivientes'.

No fueron pocos los que se fijaron en este detalle, haciendo que las redes se llenaran de críticas hacia Pablo Motos y hacia 'El Hormiguero' por ejemplo que estaban dando.

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