El dardo del corresponsal purgado por TVE a la última manifestación en España

Vivimos en tiempos raros. En las últimas semanas la sociedad española se ha visto de frente con actos de irresponsabilidad ciudadana con manifestaciones totalmente legítimas pero donde no existía la distancia de seguridad ni ningún tipo de reparo cuando todavía no se ha salido del todo de la crisis del coronavirus y las imágenes de pabellones llenos de féretros y hospitales colapsados siguen recientes en la memoria colectiva.

Primero era la carabana encabezada por Vox en contra de la gestión del Gobierno la que levantaba toda la polémica al no ser momento de congregar algo así, y a los 7 días eran las imágenes que dejaban las protestas por toda España en contra del racismo con el movimiento 'Black Lives Matter'. Unas imágenes, que por ejemplo, dejaban una escena en la Puerta del Sol de Madrid que no parecía corresponderse con la realidad sanitaria que está viviendo el país.

Fuera cual fuese el motivo, estas manifestaciones han recibido críticas por la falta de ética, responsabilidad y sobre todo por inoportunas. Con normalidad ha llegado el movimiento contra el racismo que ha explotado tras el asesinato del ciudadano George Floyd en Minneapolis tras una excesiva actuación policial.

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Momento final de la manifestación del domingo 7 de junion en Barcelona

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La irónica crítica de Miguel Ángel Idígoras a las últimas manifestaciones

Si alguien conoce bien los tejidos de la política internacional son los corresponsales de TVE. Miguel Ángel Idígoras ha dado mucho que hablar en las últimas semanas después de que el actual consejo de la televisión pública no renovase su contrato en el extranjero después de una larga carrera como corresponsal, y sobre todo, tras 5 años en Londres justo a las puertas del Brexit.

Idígoras volverá a su Asturias natal, sin embargo continúa cubriendo la información que dejan las islas británicas para el ente público. Desde Londrés ha podido observar con atención los hechos acontencidos tanto en Estados Unidos como en España tras la muerte de George Floyd. En el país yankee las manifestaciones pacíficas durante el día dejan paso a los saqueos y violencia de las noches. Esto ha hecho que Donald Trump haya decretado el toque de queda en algunas ciudades, haya blindado la Casa Blanca y que haya criminalizado a los manifestantes sacando al ejército a la calle.

Estas revueltas han sido el caldo de cultivo perfecto para algunos grupos con alta carga ideológica hayan cargado contra parte del patrimonio e historia de estas ciudades norteamericanas. Así se han podido ver como se han profanado estatuas y esculturas de personajes históricos a los que acusan de racista como la del general confederado Williams Carter Wickham en Virginia (EE.UU.), o como por ejemplo en Reino Unido las manifestaciones han tornado en ataques sobre los pensamientos racistas de un personaje tan importante como Winston Churchill.

Tras ver lo sucedido en España con las multitudinarias manifestaciones en Madrid y en otras ciudades de España, Idígoras ha querido tirar de ironía y de alguna forma rescatar esa idea erróneamente asignada a Bismarck sobre el poder de los españoles de autodestruirse: "Lo raro es que en España no hayan encontrado todavía la estatua de algún racista para derribar. No habrán buscado bien", podía leerse en el perfil de Twitter del corresponsal en Londres de TVE.

Hay quien le ha recordado la figura histórica de Sabino Arana, padre del nacionalismo vasco, como ejemplo de racismo, y también quien ha recordado el caso de la estatua del Marqués de Comillas, Antonio López, que fue retirada de las calles de Barcelona por el equipo de Ada Colau por considerarlo un "esclavista negrero".

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