Gonzo: "Hice una entrevista al ministro Talibán con sus guardaespaldas armados hasta los dientes"
Gonzo estrena nueva temporada al frente de 'Salvados' con un reportaje en Afganistán y entrevistas a miembros del gobierno Talibán
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Este domingo, 24 de octubre, laSexta estrena nueva temporada de 'Salvados' con Fernando González, popularmente conocido como Gonzo, al frente. Esta primera entrega se centrará en la situación actual que se está viviendo en Afganistán, en la que el equipo del programa ha logrado entrevistar al ministro Talibán y, "aunque fue más complicado de lo que pensaban", lo lograron.
A pesar de que "no fue fácil" y que tenían "dos guardaespaldas armados hasta los dientes", pudieron hacer al ministro "las preguntas que quisieron": "Fue un día muy raro porque le entrevistamos por la mañana y, esa misma tarde, en el funeral de la madre de este ministro, intentaron matarlo", contaba el presentador en una entrevista para COPE. Asimismo, asegura que fue todavía "más difícil" contactar con cooperantes del Gobierno español, del ejército o una mujer periodista: "Tuvimos que garantizarles mucha seguridad porque es gente a la que están buscando y que, si no los encuentran, amenazan a sus familias".
Según ha adelantado el periodista, esta temporada empieza fuerte, ya que tienen otros dos reportajes ya cerrados. Uno sobre las eléctricas y "el precio que estamos pagando por la luz" para saber si existe alguna manera de que los "ciudadanos no dependamos en exclusiva de las eléctricas". Además de una "exclusiva de 'Salvados'", una entrevista de una hora con Greta Thunberg.
Lo primero que veremos es este reportaje en Afganistán, donde fue más complicado de lo que pensábamos el entrar en el país y el poder entrevistar al ministro, en este caso.
No fue fácil, pero fue más complicado de lo que pensábamos. Tuvimos que pasar como si fueran pruebas de un videojuego para que nos dejasen acercarnos a él. Entre otras cosas porque son muy desconfiados y por temas de seguridad. Ellos mismos, en su día, utilizaron el disfraz de periodista para atentar contra sus enemigos, así que lo cuidan mucho. Pero, una vez pudimos acceder a él, más allá de la limitación del tiempo, que nos dieron solo 20 minutos, las preguntas que pudimos hacer fueron las que quisimos. De hecho, había momentos en los que hacía una pregunta y pensaba 'madre, como se enfade este señor con esto que le acabo de decir'.
Fue complicado y fue un día muy raro ese porque le entrevistamos por la mañana y, esa misma tarde, en el funeral de la madre de este ministro, intentaron matarlo. El ISIS, que es el gran enemigo de los Talibán ahora mismo, se presentó con un terrorista suicida en la mezquita y provocaron 14 muertos y varios heridos. Así que, nos hizo ver que no es un país fácil. Fue más difícil el poder entrevistar a las víctimas de los talibanes por el miedo que tienen que al ministro Talibán. Entrevistar a cooperantes del Gobierno español y del ejército o a una mujer periodista... Para conseguirlo tuvimos que insistir mucho y garantizarles mucha seguridad, buscar pisos de seguridad, trasladarles de forma segura... Porque es gente que vive con miedo, que los están buscando y que, si no los encuentran, amenazan a sus familias. Pero pudimos hacerlo. Trabajamos mucho y aprovechamos cada minuto.
A la hora de preparar las entrevistas no. El miedo no te puede condicionar porque sino no haces el trabajo que hay que hacer. Íbamos con mucho cuidado, siendo muy responsables. Más que miedo, lo que te dicen en esto sitios es que tengas desconfianza. No creer que porque no pasa nada ya no va a pasar nada. En ese sentido, hay que tener mucho cuidado dónde vas, estar siempre vigilante, intentar no ir a sitios donde creas que puede pasar algo, no estar mucho tiempo en el mismo lugar... Pero pudimos salvarlo. Al fin y al cabo, ahora, quien controla aquello, son los malos, son los talibanes. Entonces, nosotros íbamos con un permiso talibán y, cada vez que los milicias que iban por la calle nos daban problemas, nosotros sacábamos el permiso del ministerio y, entonces, nos dejaban porque decían 'vale, lo dice el jefe'.
Sí, pero está a la orden del día en este trabajo, evidentemente. Ha habido entrevistas que, mientras haces la entrevista, estás detrás de cámaras con el equipo de comunicación del político. Esto es habitual. De eso hay que aprender a que, cuando estás delante de la cámara, hay que intentar no moverse. A veces no se consigue. Pero las veces que, a mí me ha afectado personalmente, me ha servido para aprender y poder hacerlo después. Por ejemplo, la entrevista con el Talibán, la estás haciendo en un sitio en el que en la puerta de al lado están sus guardaespaldas armados hasta los dientes. Pero eso no te puede condicionar a la hora de hacer las preguntas porque, entonces, pierde sentido la entrevista.
No. No llamaron para disculparse ni nada. De hecho, llamamos nosotros para decirle que no entendíamos por qué se había cabreado. Se puso muy loca y nos echó de su casa, que era donde estábamos grabando. Pero no. A Esperanza Aguirre estás cosas le gustan y está acostumbrada a hacerlas. Si tuviera que pedir perdón por cada vez que ha hecho eso... Tendría que pedir perdón por muchas otras cosas. Se quedó ahí y ya está.
No me sorprendió. Cuando un político está en campaña, está en campaña. Además, un político que es relativamente nuevo, como es el caso de Ayuso, lo que le interesa es darse a conocer y eso lo aprendió de Esperanza Aguirre. Como político lo importante es que te conozcan. Da igual si es por hablar bien o hablar mal de ti. En ese sentido, no me sorprendió y menos sabiendo que el jefe de su gabinete es alguien que controla muy bien la comunicación, como es Miguel Ángel Rodríguez.
Él es uno de los productores ejecutivos del programa. No es parte del equipo del programa en su día a día, pero ve el programa antes de que se emita, siempre nos da su opinión, nos da consejos si nos tiene que dar alguno... Pero no se inmiscuye mucho en el programa. Su función es la de negociar que se pueda seguir emitiendo, es el enlace con la cadena y las veces que se mete es porque nosotros le pedimos ayuda en algún momento.
Es legítimo que cada uno piense lo que piense cuando lo ve. Nosotros hacemos reportajes y entrevistas y 'Lo de Évole', ahora mismo, es un programa de entrevistas. Entonces, ahí ya hay una diferencia. Nosotros no hemos hecho muchos programas que sean 'una hora con...', en modo entrevistas, los dos solos. Que yo recuerde lo hicimos con Pablo Iglesias, Salvador Illa, Ayuso y, ahora, viene una con Greta Thunberg. Es decir, de los 30 programas que llevamos en esta etapa de 'Salvados', solo cuatro o cinco han sido exclusivamente de una entrevista, cuando 'Lo de Évole' son todos así.
Pero, evidentemente, los productos que salen de una productora tienen elementos comunes. Entonces, la realización, el cuidado, la imagen... O el tipo de desarrollo de una entrevista si se puede parecer. No veo que sean tan parecidos los formatos ¿Qué un programa de 'Lo de Évole' podría ser un 'Salvados'? Sí porque en 'Salvados' también entra el género de entrevista como parte del programa, pero no podría ser al contrario. Por lo tanto, yo no concluyo que los formatos se confundan.
Las mayores cuotas de audiencia, de repercusión y de crítica positiva de 'Sálvados' son en la época ya seria. Esto es para quitarse el sombrero, el saber evolucionar de un programa más gamberro, más de humor, a un programa más serio y que, además, se convierta en un referente... Es algo muy difícil de conseguir. Lo que pasa es que siempre sigue habiendo lugar para hacer algo más desenfadado y es lo bueno que tiene 'Salvados', que es un formato muy flexible. Por ejemplo, en la entrevista a Greta Thunberg, que la veremos en el tercer programa, se le hacen preguntas muy densas o muy intensas sobre el cambio climático o sobre políticos, pero también le preguntamos si es más aburrido estar con un político o estar en Ikea una tarde de sábado. Es lo bueno que tiene 'Sálvados' que, si lo necesitas en algún momento, puedes volver a la época más gamberra. Pero yo creo que esta evolución sí ha beneficiado al formato.
Particularmente, yo contaba con ello. La televisión es un medio que vive mucho del habito de consumo y cuando tú te has acostumbrado, durante 11 años, al estilo de un presentador, pues es normal. Hay parte de la audiencia de 'Salvados' que lo veían por Jordi y eso es inevitable. Estamos hablando de Jordi Évole. Es como el día que Wyoming se vaya de 'El Intermedio' y se ponga a otra persona, es normal que, al principio, la audiencia baje.
Pero lo que no podemos olvidar es que el cambio de época también ha coincidido con el boom de las plataformas. Entonces, ahora mismo, todas las cadenas se ven afectadas por la audiencia. No solo en el porcentaje sino también en la cantidad de personas que te están viendo. En ese sentido, a un programa como 'Salvados' le afecta un poco más porque lo que nosotros hacemos se puede ver en un documental de Netflix o HBO, por ejemplo. Lo que no puede ver en una plataforma es un reality show o un tertulia política porque eso es propio de la televisión, mientras que nuestro formato es compartido con las plataformas y ya no solo se nos ve en directo, también se nos ve en diferido y eso también afecta a las audiencias. Pero nuestro objetivo no era llegar en los dos años a las audiencias del 'Salvados' de antes. Es un trabajo en el que hay que ir muy poco a poco y, en este sentido, yo no pudo estar más agradecido a la cadena por la confianza que tienen en nosotros. No tenemos las mismas audiencias, pero siempre estamos por encima de la media de la cadena.
La decisión no fue fácil, se lo dije así, textualmente, a Jordi. Claro que quería hacer 'Salvados', mi problema era si quería dejar 'El Intermedio' porque es un programa que, tanto en los personal como en lo profesional, estaba muy satisfecho. Era una vida en familia con el equipo que teníamos allí. Pero la vida es evolucionar y progresar y yo no podía decir que no a una oferta que lo que me permitía era hacer algo nuevo, con más tiempo de dedicación... Y era llevar mis reportajes de 'El Intermedio' a una dimensión más larga, entonces, creía que era un paso adelante en mi carrera, por lo que no podía decir que no. No me he arrepentido nunca de la decisión.
Divertido porque es como no trabajar. No es una sensación de trabajo, es una sensación de estar pasándolo bien. Además, Wyoming es un tipo que, a pesar de ser una estrella de la televisión, es un tipo súper normal y muy poco estrella. En ese sentido, he trabajado con otras estrellas de televisión, que sí que es más complicado. Trabajar con Wyoming es un regalo del cielo porque es divertido, entretenido, fácil... Y nunca complica las cosas.
El segundo programa va de el tema de las eléctricas y del precio que estamos pagando por la luz. Lo que hemos intentado es dar un paso más allá y entender primero que es lo que está sucediendo, pero, después, intentamos ver si hay una posibilidad, gracias a las energías renovables, de que los ciudadanos no dependamos en exclusiva de las eléctricas para tener nuestra electricidad. Buscamos ejemplos y acabamos en un pueblo de Alemania, donde los habitantes generan por sí mismos, ya sea con plantas de biogas o parques eólicos, generan ocho veces más electricidad de la que consumen. Es decir, no solo pagan por la luz sino que ganan dinero. Entonces, queremos ver por qué en España eso no puede ser así, a qué se debe y si en algún momento podrá ser. Hemos tenido a presidentes y CEOS de las eléctricas que nos han dicho que no y a la ministra, vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, le pedimos entrevista y tampoco nos la concedió. En este caso, fuimos a buscarla y conseguimos algunas explicaciones de la ministra.
Y el tercer programa es una gran exclusiva de 'Salvados' porque hemos conseguido el primer medio español que tiene una entrevista en exclusiva con Greta Thunberg. Una entrevista de una hora que ha sido muy entretenida y divertida.