1ª FERIA DE SAN JULIÁN

Joselito Adame se lleva la tarde en la que Juan Ortega borda el toreo en Cuenca

El mexicano corta tres orejas mientras Juan Ortega puso firma a una sublime faena mal rematada con los aceros.

Joselito Adame en su salida a hombros este sábado en la plaza de toros de Cuenca

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La 'Champions del Toreo', como se viene conociendo en los últimos años a la feria de Cuenca, dio comienzo con una corrida que tuvo poca historia en sus cuatro primeros capítulos, a pesar del corte de orejas, pero que mejoró sustancialmente en los dos últimos por la buena condición de los de Román Sorando.

Aunque el triunfo numérico corrió a cargo de Joselito Adame, el toreo -y qué toreo- llevó la firma de Juan Ortega. Fue en el sexto, después de que Adame cortara las dos orejas del buen quinto.

El sevillano lo recibió a la verónica, entre arrancado y artista, y quitó por chicuelinas que tuvieron garbo y elegancia. Luego, con la muleta, compuso una sinfonía que aunó valor por aguantar las dudas de su oponente en algunos embroques, ajuste y esa torería que nace del valor y que conduce la gracia que Ortega lleva dentro.

Hubo derechazos lentos, muy lentos, enroscándose con paciencia y estética las nobles aunque no fáciles embestidas. Desafortunadamente el fallo a espadas evitó que saliera a hombros, pero el toreo bueno de verdad salió de sus manos.

El primero de su lote se defendió con malas formas sin que el sevillano se contagiara de tan malos modos, si bien en este caso el brillo no apareció.

Abrió plaza y feria Sebastián Castella, de cuya tediosa labor al primero cabe destacar la buena estocada cobrada al primer intento. Lo demás fue una parafernalia vacua, incluido el contraindicado inicio apoyado en las tablas, frente a un toro al que le faltaron muchas cosas, entre ellas fondo y fuerza.

El cuarto tuvo una condición en los dos primeros tercios que auguraba ciertas esperanzas, incluso empujó en el peto. Sin embargo en la muleta topó y ofreció un tercio de arrancada. Castella, que brindó al público, lo intentó infructuosamente, atascándose, está vez, con los aceros.

El segundo titular fue devuelto por perder la vaina del cuerno al rematar en un burladero. En su lugar salió un serio sobrero de José Vázquez que fue mal picado y que se defendió punteando los engaños.

No obstante, por el izquierdo se deslizaba, y aunque Joselito Adame lo intentó, el acople pleno no llegó, optando el mexicano por los banderazos en el tramo final de faena. Pero quiso el destino que lo cazara a la primera con decoro, y a sus manos fue un trofeo.

El serio quinto fue el mejor toro de la corrida. Tuvo calidad aprovechada a medias por Adame, quien consiguió lo más logrado en dos tandas de derechazos esforzados y largos. Mató en la suerte de recibir, aunque la espada quedó caída. Ello no impidió que se le concedieran dos muy generosas orejas.