4ª ALFARERO DE ORO
Las buenas maneras de Emiliano Osornio en una novillada concurso sin bravura en Villaseca
Novillada concurso de ganaderías sin brillo en el que destacó un buen novillo de Barcial y a caballo, Juan Bernal.
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Una pintura resultó el novillo de Barcial que abrió el concurso de ganaderías. Algo bastó de hechuras y de un comportamiento cambiante según transcurrió su lidia. Se dejó en el capote y empujó con brío en el primer puyazo. Pero ya en el segundo salió buscando tablas y viniéndose al cuerpo durante la brega en banderillas. Son embargo cuando Eduardo Neyra le propuso el toreo en redondo, el novillo salmantino embistió con temple y humillación. El mexicano lo toreó con temple y expresión por ese pitón.al natural también le esperó y pulseó perfectamente para llevarlo por abajo en dos buenas series. Al novillo le faltó un punto de emoción en sus embestidas para que la labor del mexicano llegase más al tendido. Un pinchazo hondo trasero necesitó de varios golpes de verduguillo y todo quedó en silencio.
Se tuvo que devolver al precioso novillo de Saltillo que salió como cuarto al desacordarse en el saludo capotero. El sobrero lució en hierro de El Añadío, que resultó deslucido por su falta de raza y acometividad. Arruza le puso ganas pero poco pulido hacer con semejante material enfrente.
Mario Arruza llegaba a Villaseca aún con los puntos frescos de la cornada sufrida hace cuatro días en Calasparra. El conquense se las vio en primer lugar con un utrero muy asturiano pero vareado de carnes de El Añadío, del que se protestó su escasez de fuerzas en los primeros tercios. Se vino arriba después el del hierro jienense, con más movilidad que humillación y entrega. Arruza se mostró firme y dispuesto y corrió la mano con facilidad y largura por ambos pitones. No estuvo acertado con la espada hasta el tercer intento y fue silenciado.
La lidia que recibió el amplio quinto del Conde de la Corte fue literalmente horrorosa. Cuatro puyazos al relance y solo uno, el quinto, puesto en suerte. Con su punto de mansito pero con mucha transmisión, el novillo tuvo mucha movilidad, lo que dificultaba sobremanera estar delante de él. Arruza puso voluntad aunque le faltó cierta quietud en algunos pasajes del trasteo.
De perfectas hechuras saltó el tercero de Partido de Resina, un cardenal corto de manos, largo cuello y rematada anatomía. Un novillo que tuvo alegría en sus arrancadas al caballo pero poco empuje en el peto. Emiliano Osornio demostró su buen concepto en el toreo por ambas manos. Muy asentado y componiendo la figura, fue tirando de unas embestidas a las que les faltó empuje y clase. No le importó al azteca, que se mostró muy por encima de las condiciones del utrero, destacando sobre todo en el toreo por la mano derecha, muy acinturado y templado. La espada viajó algo caída y rebajó la nota media del conjunto. Saludó una ovación.
Las buenas maneras del mexicano se ratificaron con el sexto novillo de Concha y Sierra ya echada la noche sobre el coso de La Sagra. Osornio toreó con empaque y clase mientras duró el del hierro madrileño.