El concepto de El Rafi y la firmeza de San Román se imponen en Herrera del Duque

La plaza de Herrera del Duque acogió este domingo por la tarde su segundo festejo del día y tercero de este fin de semana. Las tres novilladas de la Gira de Reconstrucción dejan un rayo de esperanza para el próximo año en forma de relevo con los novilleros actuantes en estos festejos. Queda esperar que el futuro y el destino sea benévolo con ellos después de un año complicado por la pandemia y en los anteriores por la dejadez de los empresarios a la hora de apostar por las novilladas.

Comenzó con susto la actuación de Diego San Román. El primer novillo de La Ventana del Puerto le arrolló de forma violenta al intentar hacer el quite. Se repuso el mexicano, que tuvo que sobreponerse además a la escasa acometividad del utrero del hierro salmantino. Muy firme, tiró mucho de la embestida del animal hasta arrancar muletazos de mérito. Tras una contundente estocada, paseó una oreja.

El tercero fue un toro con más movimiento que clase en sus embestidas. La faena del azteca tuvo más altibajos esta vez. Se aceleró y no terminó de templar en algunas ocasiones, lo que restó limpieza a las tandas. Pero lo que permaneció inalterable fue su valor, con el que apuró los viajes del novillo en un final de cercanías. Con la espada volvió a ser un cañón y tumbó al de La Ventana de un soberbio volapié. San Román sumó una nueva oreja.

Vareado de carnes pero con movilidad y nobleza resultó el primer novillo del lote de El Rafi. Muy templado el francés, que sostuvo la intensidad de la faena especialmente toreando al natural. Muy asentado y tranquilo, desgranó series de largo trazo. Coronó su labor de una estocada tendida y fue recompensado con las dos orejas. Al novillo se le dio una excesiva vuelta al ruedo en el arrastre.

Cambió el hierro y el encaste con la salida del cuarto pupilo de Lorenzo Fraile. El ‘lisardo’ del Puerto de San Lorenzo tuvo prontitud y recorrido en sus embestidas aunque con el defecto de derrotar a la hora del embroque. El Rafi mostró de nuevo su buen concepto. Vertical y corriendo la mano con largura. Esta vez destacó en el toreo en redondo. Amagó el utrero con rajarse ya mediado el trasteo, y a partir de ahí, la faena decayó en ligazón. Las luquecinas como cierre antes de una estocada trasera y caída y la concesión de una nuevo trofeo.

Herrera del Duque (Badajoz), domingo 15 de noviembre de 2020. 17ª de la Gira de Reconstrucción. Unas cien personas.

Tres novillos de

y uno del

(4º), bien presentados aunque de desiguales hechuras y remates. Noble y repetidor el segundo, premiado con la vuelta al ruedo. El resto, manejables en distintos grados.

Diego San Román, oreja y oreja.

El Rafi, dos orejas y oreja.