CÁDIZ
Daniel Luque, toreo de cante grande ante 12.000 almas en El Puerto
El sevillano sale a hombros tras cortar dos orejas a un 'cuvillo' de vuelta al ruedo. Morante y Roca Rey, de vacío.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La primera gran noticia de la tarde llegó antes, incluso, de que arrancara el paseíllo, y no fue otra que ver el cartel de "no hay billetes" puesto en la taquilla y 12.000 almas abarrotando el coso portuense, que hoy por fin lució un gran aspecto, en las antípodas que en las tardes anteriores donde el cemento predominada en la pobre imagen de los tendidos.
Y es que el cartel era muy interesante, con un Morante al que siempre se le espera con gran expectación, con un Daniel Luque que atraviesa un momento magnífico y, sobre todo, un Roca Rey que, además de su gran regularidad en el triunfo, es, a día de hoy, el torero que más gente lleva a las plazas. Y eso, sin duda, es de agradecer en los tiempos que corren.
Pero el gato al agua se lo llevó Daniel Luque, que hizo bueno el dicho de "no hay quinto malo", pues ese toro fue, sin duda, el mejor de la corrida, y al que el de Gerena recibió ya con garbo por delantales antes de que el animal cumpliera un vibrante tercio de varas.
En la muleta no le quiso atacar mucho de primeras el torero, iniciando faena con pases por alto abrochados con una trincherilla y un sublime desmayado.
A partir de ahí la faena fue cogiendo altura a medida que Luque iba sometiéndolo cada vez más hasta que al natural brotó una serie muy rotunda, con algunos muletazos que fueron auténticos carteles de toros. Y ya lo que vino después fue un cante grande de Luque, que acabó "emborrachándose" a torear ante un animal que también se entregó por completo.
Toreo de quilates, con momentos mágicos por el sentimiento y el gusto que imprimió el sevillano, que, tras un estoconazo en la yema, cortó dos orejas de ley. Y para que aquello fuera más redondo todavía, vuelta al ruedo en el arrastre para el "cuvillo"
Antes, en cambio, no tuvo material propicio Luque con un segundo que se rajó a las primeras de cambio y con el que no le quedó otra que abreviar.
Roca Rey malogró con la espada una entonada y firme faena al tercero de la tarde, con el que ya conectó con el público en las desmayadas verónicas del recibo. Inició su quehacer con la franela por redondos en la misma boca de riego, y con una segunda serie en la que ya sometió mucho al de Cuvillo por abajo.
Por el izquierdo tendía "a meterse" el astado, pero, así y todo, le tragó mucho el peruano, que remató la tanda con un pase de pecho inmenso. Una serie más a derechas y el habitual arrimón final con circulares e invertidos. Tenía el triunfo en la mano, pero un metisaca previo a un pinchazo y una estocada lo dejó todo en una ovación con saludos.
A por todas salió Roca en el sexto, al que no hicieron sangre en el caballo ni para un análisis. Pero tras el brindis al respetable, unos cuantos tanteos y un desarme, aquello se acabó.
El primero de Morante fue un toro mansurrón, de medias y espaciadas arrancadas, sin emplearse y echando la cara arriba al final del viaje. Morante se justificó con algunos detalles de bella factura en una faena en la que se mostró por encima de su oponente. Con el cuarto, un toro manso y muy deslucido, optó por abreviar.
El Puerto de Santa María (Cádiz), sábado 6 de agosto de 2022. Lleno de 'No hay billetes'.
Toros de Núñez del Cuvillo, desiguales de presentación y descastados en conjunto, a excepción del quinto, de nombre "Rescoldito", número 175, premiado con la vuelta al ruedo.
Morante de la Puebla, ovación tras petición y aviso y silencio.
Daniel Luque, silencio y dos orejas.
Roca Rey, ovación y silencio,