3ª FERIA DE SAN IGNACIO

La espada deja sin triunfo a Pepe Moral en el cierre de Azpeitia

El sevillano firmó dos notables faenas pero las pinchó. Desigual corrida de Cuadri.

Pepe Moral dando la vuelta al ruedo este martes en Azpeitia

Redacción Toros

Publicado el - Actualizado

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El diestro Pepe Moral fue el gran protagonista en el cierre de los "sanignacios" de Azpeitia (Guipúzcoa) por las dos grandes faenas que firmó a los dos toros con opciones de una desigual corrida de Cuadri, labores que, al final, quedaron sin premio por su mala tarde con los aceros.

La primera actuación frente al segundo de corrida fue, lo que se dice, una faena para aficionados, de esas que dejan poso y calan sobre todo por lo mucho que tuvo que emplearse el de Los Palacios ante un toro encastado, exigente, al que pasó con temple y mucho encaje por los dos pitones en una labor de corte clásico, de tremenda pureza y, lo mejor de todo, sin vender absolutamente nada.

Lástima que con la espada se le esfumara el triunfo. La vuelta al ruedo que dio tuvo sabor a triunfo, igual que la ovación que los tendidos azpeitiarras le tributaron al emocionante "cuadri".

Todavía quedaba que saliera el quinto, el toro con más clase de todo el envío, con el que Moral volvió a bordar el toreo, especialmente sobre la zurda por donde brotaron naturales largos, hondos, por abajo, haciendo todo muy templado, muy reunido. Toreo de altura del sevillano bajo un tremendo aguacero.

Pero la emoción nuevamente se diluyó por completo cuando el sevillano volvía a atascarse una y otra vez con la tizona. Un pinchazo, una estocada y dos golpes de descabellos dejaron todo en una gran ovación.

No tuvo suerte Rubén Pinar con su lote, pues ni el primero, reservón y al acecho, ni el cuarto, brusco y también a la defensiva, le dejaron desarrollar ni un mínimo retazo de toreo lucido. No obstante, con ambos oponentes anduvo firme y muy suficiente el albaceteño, evidenciando un notable oficio para, si bien no alcanzar el triunfo deseado, al menos justificarse sobradamente.

El que tampoco tuvo demasiada tela que cortar fue Tomás Campos, que protagonizó un aciago debut en Azpeitia. El extremeño se las vio y se las deseó con un primero de su lote de lo más bruto y descompuesto con el que pasó un auténtico quinario, sobre todo manejando los aceros.

No ayudó tampoco el sexto, otro toro de actitud brusca y defensiva, con el que Campos dejó algún detalle suelto de su fina tauromaquia, mas fue imposible redondear ni estructurar faena con tan desabrido antagonista. Silencio en filas.

Azpeitia (Guipúzcoa), martes 31 de julio de 2018. 3ª de Feria. Dos tercios de plaza.

Toros de 

, serios, hondos y con imponente trapío, pero duros, ásperos, reservones y complicados en líneas generales. Las excepciones fueron el segundo, un toro encastado y exigente, y el quinto, que tuvo mucho fondo y clase en sus embestidas, ovacionados ambos en el arrastre.

Rubén Pinar, silencio y silencio.

Pepe Moral, vuelta y saludos.

Tomás Campos, leves pitos tras aviso y silencio.

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