Esperanzador e ilusionante debut de Rocío Romero en Vistalegre

Era su día. Una nueva torero en el escalafón menor y toda una carrera por delante. Rocío Romero debutaba con picadores este domingo en Vistalegre y, pese a las carencias lógicas de su aún incipiente oficio, dejó notas ilusionantes para el futuro. Un futuro que se tendrá que labrar en los ruedos y que afianzar a base de triunfos. Pero madera hay para alcanzar cotas mayores.

La novillada con la que concluía la Feria de Invierno del Palacio de Vistalegre trajo también como nota positiva un encierro de El Parralejo que puso en bandeja el triunfo a la terna. Los fallos a espadas de los tres novilleros los alejaron de haber puntuado con mayor contundencia en el coso carabanchelero.

Abrió plaza un novillo precioso de hechuras pero de contado poder. Hubo enjundia en un quite por verónicas y ajuste en la media de remate de Toñete. La excelsa clase del animal necesitaba de mucho pulso a la hora de llevarle empapado en la muleta. No siempre lo consiguió el novillero. Todo muy académico pero al conjunto le faltó mayor unidad y reposo. Dos pinchazos fueron el previo a media estocada que tumbó al novillo.

Otro buen novillo fue el segundo. Con más chispa y profundidad que el abreplaza. Ángel Téllez se mostró fácil con el capote y comenzó de rodillas la faena de muleta. Ahí ya cantó el utrero su notable pitón izquierdo. Si bien, la cima del trasteo llegó en una inicial tanda a derechas, donde el madrileño llevó sometido y largo al ejemplar de El  Parralejo. Al natural hubo después otra estimable serie. Pero Ángel se embarullo él solo por intentar componer más que por llevar toreado al novillo. Recobró la intensidad perdida en un final por bernadinas con voltereta incluida. Pero el fallo con el acero le dejó sin premio final.

No pudo tener mejor debut con los montados Rocío Romero. Y eso que su primer novillo resultó el más bruto de la primera parte del festejo. Se movió sin ritmo ni entrega. La cordobesa no pasó fatigas con él. Resolutiva y firme de plantas, supo resolver las desiguales embestidas de su oponente con el plus de saber conectar con los tendidos con facilidad. Una estocada casi entera de efectos fulminantes puso en su mano la primera en el escalafón que estrenaba.

Para terminar de completar buen lote, Toñete lidió en cuarto lugar un castaño de cuajadas carnes y buen juego en el último tercio. Pese a una voltereta en medio del trasteo, el animal del hierro propiedad de Pepe Moya no se resintió y siguió embistiendo con fijeza y prontitud en los cites. El novillero madrileño volvió a firmar una faena correcta, basada en el temple. Le falta un punto de pasión a su toreo y le sobra cierto amaneramiento y tensión en la expresión. Una estocada caída que tumbó al toro de forma efectiva dio paso a la consecución del trofeo.

Ángel Téllez paseó su oreja en el quinto, al que quitó por ajustadas chicuelinas de mano baja. Después volvió a demostrar que posee un concepto clásico del toreo pero le falta aún el reposo necesario para dar mayor regularidad a sus trasteos, que son un continuo sube y baja en acoplamiento y resolución. Una estocada desprendida fue el colofón a una labor premiada con una oreja.

Hasta dos veces dio con su anatomía en el ruedo el sexto en sendas vueltas de campana en los primeros tercios. Pese su contadas fuerzas, el de El Parralejo tuvo bondad y temple en sus viajes. Rocío Romero firmó esta vez una faena de mayor poso y expresión. A derechas llegó a relajarse en varios redondos de bella factura. Pero tres pinchazos y el fallo reiterado con el descabello hicieron que sonasen dos avisos. Solo la benevolencia del palco impidió que cayese el tercero. No hubiese sido un final justo y adecuado para tan ilusionante debut.

Palacio Vistalegre (Madrid), domingo 18 de febrero de 2018. 2ª de la Feria de Invierno. Un cuarto de plaza.

Novillos de 

, bien presentados pero de desiguales hechuras y remates. De juego manejable en conjunto. Destacaron el noble y enclasado primero, el encastado y profundo segundo, el noble cuarto y el sexto, que pese a dos volteretas, tuvo ritmo y temple en sus embestidas. De menores prestaciones tercero y quinto.

Antonio Catalán "Toñete", saludos tras aviso y oreja.

Ángel Téllez, saludos tras aviso y oreja.

Rocío Romero, que debutaba con picadores, oreja y silencio tras dos avisos.