Firmeza de Serrano y Pacheco ante los encastados ‘cebadas’ en Cenicientos

Seis toros de irreprochable trapío. Dieciocho varas tomadas por esos seis toros a razón de tres por barba. Una corrida dura de patas, encastada y exigente para los de luces a la que le faltó entrega y mayores dosis de nobleza. Pero una tarde muy interesante para los aficionados que acudieron hasta Cenicientos para ver la corrida de Cebada Gago. Y enfrente, tres toreros de distinto corte de una actitud irreprochable.

Pepe Moral estuvo, sin embargo, muy desconfiado con el primero del festejo, un toro pronto en el caballo y que después no terminó de romper hacia adelante en sus embestidas.

Más centrado estuvo con el cuarto. Éste sí se empleó con bravura en el tercio de varas y después tuvo varias arrancadas potables en el de muleta. Moral se confió esta vez y pegó varias tandas en redondo de ralentizado trazo. Pero el público no terminó de meterse en la faena. Muy fríos los tendidos con el sevillano, que fue silenciado.

El segundo también mostró bravura en el caballo, en un notable tercio protagonizado por el picador Daniel López. A la salida del caballo, el de Cebada se llevó por delante al subalterno Fernando Casanova, que salió KO del trance y a punto estuvo de nuevo de ser arrollado por el toro. Su jefe de filas, Sergio Serrano mostró su buen momento y entendió las distancias y alturas que demandaba el toro para robarle muletazos de mucho mérito. Saludó una ovación tras una leve petición de oreja.

El diestro albaceteño estuvo de nuevo muy firme con el encastado quinto, esta vez extrayendo muletazos en la distancia corta, donde acabó imponiéndose a la aspereza de su oponente. Se fue tras de la espada con mucha verdad y saludó una nueva ovación.

Miguel Ángel Pacheco vio como se devolvía por su falta de fuerzas al precioso cárdeno que había saltado en tercer lugar. Una pena, porque el toro de Cebada había mostrado una nobleza y clase en sus primeras embestidas que no tuvieron sus hermanos de camada. En su lugar saltó un jabonero del mismo hierro que nunca terminó de humillar y de entregarse en la muleta de un valiente Pacheco. Lo realizado por el gaditano tuvo su mérito y solo la mala puntería del puntillero le dejó sin un posible trofeo.

Con el sexto, sobresalió la mano izquierda de Pacheco, que firmó pasajes de mucho mérito por ese pitón. Asentado de plantas y conocedor de la ganadería de su tierra, supo aprovechar las escasas arrancadas potables que tuvo el toro. Pero el fallo con el descabello esta vez le alejó de los trofeos.

Cenicientos (Madrid), sábado 14 de agosto de 2021. 1ª de Feria. Tres cuartos del aforo permitido.

Toros de Cebada Gago, el tercero como sobrero. De amplio y serio trapío todos. Conjunto bravo en varas y encastado y exigente en el de muleta. Sin embargo, faltó entrega en sus embestidas.

Pepe Moral, silencio y silencio tras aviso.

Sergio Serrano, saludos y saludos tras aviso.

Miguel Ángel Pacheco, silencio y silencio tras aviso.