MADRID

Fortes y su zurda dan un paso al frente en Las Ventas

El malagueño cortó la primera oreja del año en Madrid ante el mejor toro de la corrida de Victorino.

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Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Alegró ver a casi 15.000 espectadores en los escaños de la plaza de toros de Las Ventas en su primer festejo del año. Muchos jóvenes además, al reclamo de la ganadería de Victorino Martín. Y también alegró que el más joven del cartel, Saúl Jiménez Fortes, se reivindicara ante la Cátedra, dejando ver que el asentamiento que ya apuntó el año pasado, ha ganado esta temporada en poso. Su zurda siempre estuvo ahí, pero este Domingo de Ramos en Madrid se pudo ver en plenitud. Un paso al frente en toda regla de Fortes.

Mal empezó la ‘victorinada’. El primer cárdeno del hierro de la ‘A coronada’ lució una visible cornada en la nalga izquierda. Sangraba el animal y protestaban con razón los tendidos. Un toro así no puede salir nunca a una plaza como Las Ventas. Nadie hizo caso después a El Cid. Tampoco hubo motivos para ello. El toro herido no quiso desplazarse con celo tras los engaños que le presentó el sevillano. Lo despenó de una estocada y dos golpes de descabello.

Más vareado de carnes salió el segundo cárdeno de Victorino, que no se definió de salida y no quiso caballo. Después, el toro nunca rompió a embestir en la muleta de Pepe Moral. No ayudó además lo movido de plantas que se mostró el de Los Palacios. Todo quedó en un silencio más que respetuoso.

Traía cara de listo el tercer ‘victorino’ con su hocico de rata y ese flequillo revuelto sobre el testuz. Fortes lo recibió con un ramillete de verónicas con la pierna flexionada intentando abrirle los caminos. Hasta tres veces acudió al caballo el toro. Prontitud en el cite y alegría en el galope. Después de un gran tercio de banderillas protagonizado por José  Antonio Carretero, el de Victorino rompió a embestir con nobleza, clase y humillación en la muleta. Tardó algo en acoplarse el torero malagueño y también molestó el viento. En redondo todo fluyó con demasiados altibajos. A un buen muletazo le sucedía otro más tropezado. Faltaba una tanda rotunda. Y esa llegó al natural, por donde el toro se deslizó con más largura aún que por el pitón derecho. Hasta se llegó a relajar Fortes en una serie de gran compás y armonía en las formas. Un final por bajo y una estocada desprendida dio paso a una petición de oreja que el palco consideró mayoritaria. El primer trofeo de la temporada en Las Ventas se lo anotaba con fuerza Saúl Jiménez Fortes.

El cuarto fue otro toro con dosis de nobleza y humillación, sobre todo por el pitón derecho. Tampoco es que estuviese sobrado de fuerzas, pero aguantó hasta el final pese a una fuerte costalada en el inicio de faena. El Cid se acopló con él por momentos, sobre todo cuando acertó a perder pasos entre pase y pase para correr la mano en redondo con prestancia y limpieza. Esto lo alternó con otros momentos más amontonados y destemplados. El trasteo fue menguando en intensidad hasta desvanecerse en un final intrascendente.

El quinto tapó con su seria arboladura unas carnes más livianas. No descolgó el toro ni tampoco se confió Pepe Moral. Faltó firmeza y sobraron precauciones. Máxime cuando el toro respondió algo cuando el sevillano se decidió a atacarle por abajo con más fe. Pero en el continuo sube y baja de la faena, predominaron las simas a las cimas.

Fortes vio salir al negro sexto con la Puerta Grande entreabierta. Otras hechuras y otra tipología en la conformación del toro de Victorino, que derribó con riñones en el primer encuentro con el piquero. También empujó en el segundo. El malagueño lo había visto pronto. El pitón bueno era el izquierdo y por ahí, sin probaturas, comenzó la faena. La clave era llevarle muy tapado, que no se distrajera el toro con nada. Lo llevó cosido en varias tandas al natural que fueron creciendo en intensidad y trazo. Siempre buscando el pitón contrario, sin aliviarse nada, y manteniendo constantemente a los tendidos metidos en su quehacer. Pero la espada no quiso entrar esta vez. La Puerta Grande quedó cerrada, pero la tuvo en su mano Fortes. Madrid le esperará con ganas de nuevo esta primavera.

Madrid, domingo 25 de marzo de 2018. Dos tercios de plaza (14.484 espectadores)

Toros de 

, bien presentados aunque muy desiguales de hechuras y remates. El primero, flojo con una cornada en la nalga; un segundo sin romper; el mejor, el bravo, noble y enclasado tercero; el cuarto, noble y humillador aunque flojo; el quinto no terminó de descolgar; y un sexto manejable.

Manuel Jesús El Cid, silencio y silencio tras aviso.

Pepe Moral, silencio y silencio tras aviso.

Fortes, oreja y silencio tras aviso.

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