3ª FERIA DE COLMENAR VIEJO
Francisco de Manuel se impone a las figuras en su alternativa
Roca Rey y Francisco de Manuel salieron a hombros este lunes en el coso de La Corredera tras cortar dos orejas cada uno de distinto valor. Morante paseó un trofeo.
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Fueron a ver a las figuras y se llevaron la sorpresa de quien llega a Colmenar Viejo para tomar la alternativa. Francisco de Manuel se impuso a las figuras, a Morante y Roca Rey, y dejó patente que puede ser un nombre a tener en cuenta en el futuro si se le dan oportunidades y las aprovecha. Llegaron las figuras y bajó el toro. La corrida de Cuvillo fue la hermana de la novillada de Ángel Luis Peña que abrió feria el sábado y la nieta de la de Domingo Hernández jugada este domingo en el coso de La Corredera. No hay manera, que cantaba aquel…
El toro de la ceremonia permitió pocas fiestas al toricantano. Un buen recibo de capote alternando verónicas y chicuelinas y después un empacado quite por tijerillas que remató de una soberbia larga a una mano. Tras un prometedor inicio de faena de rodillas, el de Cuvillo a penas duró una tanda por el pitón derecho. Después bajó revoluciones y Francisco de Manuel solo pudo demostrar su buen concepto ante unas embestidas cada vez más cansinas y sosas. Quiso retomar la intensidad en un final de nuevo de hinojos previo a una estocada que hizo guardia y a un pequeño apagón con el descabello.
El sexto fue un toro de justa correa de Cuvillo al que el joven diestro toreó con largura, ajuste y profundidad por ambos pitones mientras tuvo bríos en sus embestidas. Muy asentado Francisco, incluso cuando el toro se apagó y le exprimió en la distancia corta con medida y torería. Un pinchazo y una estocada dieron paso a un doble trofeo pedido con entusiasmo por el festivo público.
Morante vio como su primero, que había blandeado de salida, fue devuelto tras serle colocados los tres pares de banderillas cuando parecía que el toro se había recuperado. El sobrero de Domingo Hernández, distinto en fondo y forma a los lidiados ayer domingo en este mismo coso, fue un ejemplar deslucido y sin continuidad en sus embestidas. Hubo algún pasaje suelto de buen corte dentro de un conjunto que no terminó de romper. Morante no lo vio claro con la espada y el descabello.
Se protestó la escasa entidad del cuarto, sin remate alguno y muy pobre de cara. Éste de Cuvillo tuvo más movilidad que entrega en sus viajes. Morante volvió a firmar muletazos con sabor aprovechando el momento de confianza y firmeza por el que atraviesa. Pero el toro, cuando se vio podido, echó la persiana. Restó puntos el feo bajonazo que tumbó al toro pero ello no impidió que se pudiese y concediese una más que benévola oreja.
El primero del lote de Roca Rey fue un animal muy medido de trapío y fondo. El peruano estuvo algo plano y monótono en una faena que se vivió sin ningún eco en los tendidos. Pinchó antes de una estocada caída y todo quedó en silencio.
Al quinto lo recibió de salida con un reposado ramillete de verónicas y una media muy acompasada. Estuvo Roca variado en un posterior quite y se hincó de rodillas en el medio del ruedo para iniciar el trasteo de muleta. Pero ahí llegaron de nuevo las intermitencias, un sitio perdido en el que al peruano le costó colocarse en la rectitud y ligar los muletazos pese a la bondad del toro. Faena larga y monótona que coronó, eso si, de un contundente espadazo. Las dos orejas quedaron para la estadística.
Colmenar Viejo (Madrid), lunes 30 de agosto de 2021. 3ª de Feria. Casi tres cuartos sobre el aforo permitido.
Cinco toros de Núñez del Cuvillo, de terciadas hechuras y cómodas cabezas. Conjunto manejable pero muy bajo de casta. Un sobrero de Domingo Hernández (2º bis), bastó de hechuras y de juego deslucido.
Morante de la Puebla, silencio y oreja tras aviso.
Roca Rey, saludos y dos orejas tras aviso.
Francisco de Manuel, que tomaba la alternativa, saludos y dos orejas tras aviso.