18ª GIRA DE RECONSTRUCCIÓN
Gómez del Pilar ratifica en Logroño una temporada para tener en cuenta
El torero madrileño cortó una oreja de peso ante la corrida de Miura lidiada este sábado en Logroño. Pepe Moral se fue de vacío tras no estar acertado con los aceros.
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La Gira de Reconstrucción llegaba este fin de semana a su última cita. Logroño y su coso de La Ribera como con las apuestas toristas de Miura y Victorino. Este sábado fue turno del hierro de Zahariche, que presentó un encierro cuajado y con la edad cumplida más que de sobra.
Y ante ellos, el triunfo de un joven diestro que ha aprovechado este año tan complicado para asomar cabeza. Noé Gómez del Pilar cortó hoy una oreja de mucho peso y ratificó que su nombre debería tener hueco en más de un cartel el próximo año. Su temporada, desde que comenzó en Ávila con la llegada de la llamada ‘nueva normalidad’ hasta que ha concluido este sábado en Logroño, ha sido para tener en cuenta.
El toro de Miura que abrió plaza tuvo buen son en el capote de Pepe Moral pero también evidenció algo que después ocurrió en el primer tercio. No estaba sobrado de fortaleza. Por ello, fue fundamental el temple que puso sobre la mesa el torero sevillano para no violentar la noble pero feble embestida de su oponente. Más acoplados toro y torero en el toreo en redondo. Por el pitón izquierdo, el toro salía más desentendido de la muleta. Faena medida que concluyó Moral sin suerte con la espada. Tres pinchazos y una estocada corta necesitaron del descabello con el toro barbeando tablas y llegando a sonar dos avisos. Todo quedó en silencio.
El tercero fue un toro distinto. A punto de cumplir los seis años, al pupilo de la familia Miura le costaba un mundo tomar los engaños. Siempre se venía dormido a la franela del torero de Los Palacios, que le cogió el aire por el pitón izquierdo. Siempre a su altura, sin obligarle y de uno en uno. Así pudo trenzar algún muletazo de buen trazo pero sin la continuidad necesaria por la falta de ligazón. Lo cazó al segundo intento con una estocada muy tendida y baja y también tuvo que hacer uso del verduguillo.
No dio muchas opciones a Gómez del Pilar el primer toro de Miura de su lote. Se fue a portagayola el madrileño, que tiró de firmeza y oficio para terminar sacando con sacacorchos dos tandas en redondo de mucho mérito, haciendo embestir a un toro que era remiso a hacerlo. Metió la mano con mucha habilidad para dejar una gran estocada que tumbó al ‘miura’ de forma fulminante. La oreja cayó con merecimiento y tuvo su peso e importancia.
También se fue a la puerta de chiqueros Gómez del Pilar para recibir al sexto, un toro que se arrancó con alegría al caballo. Brindó la faena el torero a toda su cuadrilla y después volvió a tirar de firmeza de plantas para ir haciendo poco a poco al toro. A derechas, al toro le costaba un mundo pasar. Pero al natural, llegó lo mejor del trasteo. Naturales de uno en uno, tragando mucho y alargando la media embestida que tenía el toro. Tres tandas de perfecto planteamiento y resolución. Volvió a la diestra, muy enfrontilado con el de Miura, para arrancarle aún algún redondo todavía. El ansia por el triunfo le llevó a ponerse por la izquierda en una postrera tanda que resultó más tropezada. Pinchó antes de agarrar una estocada caída. Fue ovacionado como recompensa a lo realizado.
Logroño (La Rioja), sábado 21 de noviembre de 2020. 18ª de la Gira de Reconstrucción.
Toros de
, bien presentados, todos cinqueños. De juego desigual. Destacó la nobleza del primero. El resto, sin terminar de romper aunque sin malas intenciones.
Pepe Moral, silencio tras dos avisos y silencio tras aviso.
Gómez del Pilar, oreja y silencio tras aviso.