SANTANDER

Guillermo Hermoso de Mendoza dejó lo mejor para el final

El rejoneador navarro salió a hombros tras cortar dos orejas al sexto toro. Oreja para Leonardo y vuelta para Galán.

Guillermo Hermoso de Mendoza con las dos orejas cortadas este jueves en Santander

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

En uno de los carteles que adornan las galerías de la parte alta de la plaza de toros de Santander se podía ver uno del año 82. Ahí aparecía el hierro de Benítez Cubero en los festejos de a pie de la Feria de Santiago. Cuarenta años después también estaba anunciado el hierro sevillano. Esta vez para rejones. Lo que cambian los gustos de las figuras y para lo que han quedado algunos hierros y encastes señeros del campo bravo.

Bien es verdad, que la corrida lidiada este jueves en el coso de Cuatro Caminos ha tenido un alto grado de nobleza para el toreo a caballo y, de no haber sido por los fallos con el rejón de muerte, algún trofeo podían haber paseado los rejoneadores.

Abrió plaza un toro de Benítez Cubero con buen son de salida y pies en sus primeras acometidas a la cabalgadura de Sergio Galán. El rejoneador conquense optó por colocar dos rejones de castigo, trance del que salió el astado con menos revoluciones en sus embestidas. Tuvo que llegar mucho al toro Galán en el tercio de banderillas con el toro venido a menos. El rejón de muerte cayó arriba pero muy perpendicular y necesitó de un par de golpes de verduguillo, lo que dejó todo en silencio.

El cuarto fue un animal que se dejó sin más, iba y venía sin mucho celo a las monturas de Galán, que clavó con clasicismo y acierto las banderillas. Pero se repitió la historia. El rejón de muerte no fue todo lo efectivo que debiera y pese a que hubo petición, ésta no llegó a ser mayoritaria, por lo que Galán tuvo que conformarse con dar la vuelta al ruedo.

Sacó buenas arrancadas el primero del lote de Leonardo Hernández, que se mostró espectacular y arriesgó mucho de salida y en los primeros compases del tercio de banderillas. Pero el toro perdió las manos apoyando mal las patas y su movilidad quedó lastrada en el resto de faena. Tuvo que descabellar en dos ocasiones tras un rejonazo que cayó bajo y el premio quedó reducido a una ovación desde el tercio.

Sí cayó la oreja en el quinto, un toro noble y con ritmo con el que Leonardo firmó una faena vibrante de mucha conexión con los tendidos. La faena fue a más y acabó con varias rosas y medio rejón de muerte.

Guillermo Hermoso lidió tercero del festejo un astado de Benítez-Cubero que tuvo nobleza, buen son y duración. El rejoneador navarro toreó con ajuste y templanza desde sus cabalgaduras y destacó a lomos de “Extraño”, con el que banderilleó muy de frente, llegando mucho a los tendidos. Tras un par a dos manos y tres rosas, Hermoso se encasquilló con el uso del rejón de muerte, lo que dejó todo en silencio.

Lo mejor de Hermoso llegó al final, con el sexto. El rejoneador estellés volvió a mostrase clásico en las formas, pero con la garra necesaria para llegar arriba. Gustó en la ‘hermosina’ y después clavando banderillas llegando mucho al toro. Y un final con tres banderillas cortas muy ligadas que pusieron los tendidos en pie. Esta vez el rejón de muerte fue efectivo por su colocación baja, algo que impidió que se solicitasen y se concediesen las dos orejas.

Santander, jueves 28 de julio de 2022. 6ª de Feria. Tres cuartos de plaza.

Cinco toros de Benítez-Cubero y uno de Pallarés (5º), despuntados reglamentariamente y de muy desiguales hechuras y volúmenes. Conjunto colaborador en líneas generales. Con mejores prestaciones 2º, 3º y 5º.

Sergio Galán, silencio y vuelta.

Leonardo Hernández, saludos y oreja

Guillermo Hermoso de Mendoza, palmas y dos orejas.

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