2ª FERIA DE OTOÑO
Lamelas, actitud sin resolución con el mejor lote de 'victorinos'
Alberto Lamelas saludó dos ovaciones con el mejor lote de una desigual corrida de Victorino Martín. López Chaves y Colombo fueron silenciados.
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No todo es cruzarse. No todo es buscar el favor del público. La actitud tiene que venir correspondida después con resolución ante el toro que tienes enfrente. Madrid tiene sus querencias, sus gustos y sensibilidades. Pero hay que ir más allá si se quiere traspasar esa línea que separa una tarde voluntariosa y dispuesta de otra triunfal cuando uno se lleva el lote.
Alberto Lamelas fue todo disposición, buscó esos guiños tan del gusto de un determinado sector de Las Ventas. Pero cuando hubo que lanzar la moneda, hubo más de una duda y todo quedó en dos ovaciones que supieron a poco vista la materia prima que tuvo delante.
Hasta la puerta de chiqueros se fue Lamelas para recibir a su primero, un toro que tuvo casta y transmisión, que fue mal lidiado pero que humilló y se desplazó con emoción por los dos pitones. En la segunda tanda, en redondo, ganó la pelea el toro, y a partir de ahí, la faena del jienense fue un a veces querer y otras un no poder. Vendió cruzarse al pitón contrario para después desplazar las embestidas por fuera con poco mando y asiento de plantas. Un par de naturales bien trazados demostraron las posibilidades y opciones del toro. Sin embargo, los amables tendidos venteños ovacionaron con cariño la voluntad de Lamelas haciéndole saludar una ovación tras una estocada baja.
También se fue a portagayola con el quinto, un animal encastado que se empleó en varas y que después pidió distancia, sometimiento y largura en el trazo de los muletazos. Pero no siempre lo aplicó Lamelas, que acortó pronto distancias y se enfrascó en una faena llena muletazos tropezados y al por mayor. Pese a que tuvo al público muy a favor, aquello no terminó de remontar. Tuvo muerte de toro bravo el cárdeno de la ‘A coronada’. Quiso darse una vuelta al ruedo por su cuenta el torero, pero desde el tendido, con buen criterio, le frenaron.
El ‘victorino’ que abrió plaza, de haber llevado otro hierro y lucido otra capa, hubiese sido protestando con más intensidad que la se escuchó por la blandura de remos que mostró. Perdió las manos tras el tercio de varas, en el de banderillas y en el de muleta. López Chaves firmó una faena aseada, aplicando la técnica que demandaba su feble oponente, pero sin llegar a decir nada. Cuando quiso insistir en alargar el trasteo, los tendidos le quitaron la idea de la cabeza. Se lo quitó de en medio un espadazo defectuoso precedido de un pinchazo.
El cuarto fue un toro simplón, muy mal lidiado, que dijo muy poco y con el que el torero salmantino se dio poca coba abreviando.
El tercero de Victorino fue un animal indigno de la plaza de Las Ventas por su pobre remate. El trapío no sólo lo dan los pitones, y a este toro le faltó más cuajo. Después, fue un toro simplón en todos los tercios y con él Colombo tampoco destacó más allá de las facultades en banderillas. Lo avío de una estocada rinconera.
El basto sexto, tras un liviano tercio de banderillas, sacó bondad en el de muleta. Colombo sumó muchos pases, pero dijo poco. Faltaron recursos para solventar la papeleta ante un animal que no se comió a nadie pero que tampoco perdonaba defectos. Con la tarde cuesta abajo, el venezolano fue de nuevo silenciado.
Madrid, domingo 26 de septiembre de 2021. 2ª de Feria. Dos tercios del aforo permitido.
Toros de Victorino Martín, de serias cabezas pero muy desiguales de hechuras y remates. Los mejores, los encastados segundo y quinto. El resto, sin terminar de romper ni a buenos ni a alimañas.
Domingo López Chaves, silencio y silencio.
Alberto Lamelas, saludos tras aviso y saludos tras aviso.
Jesús Enrique Colombo, silencio y silencio tras aviso.
Incidencias: Se guardó un minuto de silencio en memoria de Francisco Rivera ‘Paquirri’ en el 37º aniversario de su muerte.