FERIA DE SAN ISIDRO

Luque y Lorenzo se imponen al cómico palco de Las Ventas

Álvaro Lorenzo corta una oreja en la primera de feria y el palco le niega otra a un genial Luque con una buena corrida de Montalvo.

Natural de Álvaro Lorenzo al sexto toro de Montalvo, al que cortó una oreja

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Este inicio de temporada ha estado protagonizado, Morante aparte, por el dudoso nivel de seriedad, rigor y educación taurina de los presidentes de plazas de toros. En Sevilla ya está todo dicho y escrito, pero ahora que arranca San Isidro se avecinan curvas. Para estrenar la feria más importante del mundo, Ignacio Sanjuan, un presidente que tardó dos toros en demostrar que no sabe de qué va esto. Se tragó dos inválidos, se saltó el reglamento cambiando un toro con tres banderillas y robó una oreja de ley a Daniel Luque, al que el palco de Las Ventas bien le podría hacer el pasillo cada vez que venga por Madrid.

La única oreja del festejo la cortó Álvaro Lorenzo. Fue al sexto de la tarde, cuya lidia fue un petardo. Los banderilleros debieron de pasar en falso cerca de diez veces. El presidente acabó cambiando el tercio porque aquello se convirtió en algo ridículo. Contravino el reglamento, una vez más. Y quedan 28 tardes. Con la muleta, el toro se le venció a Lorenzo por el pitón izquierdo y lo levantó más de dos metros del suelo. Más allá del porrazo y de una cornada de 15 centímetros que no trascendió hasta el final del festejo, Lorenzo se repuso y empezó a torear por naturales recordando su mejor versión.

En el sitio justo, perfecto en los toques y corriendo la mano con temple, gusto y una profundidad solemne. Tres tandas de las que calan en Las Ventas y con más repercusion si cabe tras el percance. Por el derecho tenía veneno, pero el toledano impuso su firmeza y tambien le pudo robar un manojo de muletazos. Cobró una gran estocada y paseó una oreja de mucha importancia para él y para el futuro de su carrera.

El tercero, Lírico, tuvo más codicia que clase. Casta de la complicada. Álvaro Lorenzo no atinó ni en terrenos, ni en distancias ni en la velocidad del muletazo. Sufrió dos desarmes y no lo vio claro nunca. Lo mejor, la espada.

Suelto, con ganas de volver a la finca y protestado de salida fue el cuarto ejemplar de Montalvo, segundo en el turno de Daniel Luque. Manseó en varas y puso en aprietos a la cuadrilla en banderillas. Lo persiguió en el arranque de muleta y, visto lo visto, se quedó el de Gerena en los medios y le pegó tres muletazos por bajo muy templados que achantaron al toro. Consiguió frenar al cinqueño, que se aplomó en la boca de riego.

Solo la insistencia de Luque y su claridad de ideas consiguieron sacarle muletazos. Le dio tiempo, sitio y fue capaz de consentirle miradas, parones y algunas embestidas acostándose hacia la barriga del torero. Con la izquierda llegaron los momentos más lucidos de su obra. El Madrid neotaurino cantó más unas trabadas luquesinas y un desarme que la brillante labor de Luque. Así está esto. Una estocada entera no fue capaz de acabar rápido con el toro, que peleó antes de doblar y que dejó una muerte muy celebrada en los tendidos. El novato presidente, que aún se debe perder para subir al palco, negó una oreja de ley.

Su primero derribó al picador y blandeó tras la segunda vara. López Simón, en los medios, quitó por una mezcla inconclusa de saltilleras y gaoneras que terminaron por demostrar la invalidez del toro. Luque, en el tercio, se le quedó mirando como el que ve a su chavala con otro. Empezó con la muleta al hilo de las tablas y dejó dos trincherillas abrochadas con el toro por los suelos. Una tanda más en los medios, bien vestida con el gusto particular de Luque, pero que no lució por las embestidas mortecinas de un toro que nunca debió llegar a la muleta. El mal de los palcos no es únicamente abrir puertas grandes por decreto. Dejó una gran estocada en la suerte natural, aunque el de Montalvo se tragó la muerte y prolongó en exceso la agonía.

Natural de Daniel Luque al cuarto toro de Montalvo este domingo en Las Ventas

Natural de Daniel Luque al cuarto toro de Montalvo este domingo en Las Ventas

El segundo salió con alegría y López Simón intentó lucirse con el capote a pies juntos en los medios. No había salido el caballo y, primero el 7, y luego el resto de la plaza, se echaron encima del toro, otro inválido. Pasó con chuletas el tercio de varas y llegó con el cambiazo a las banderillas. El profesor, en el palco, no se enteró. Otro toro que le colaron a la afición de Madrid.

Arrancó en el tercio a pies juntos y con muletazos por arriba, aliviando al toro. Ya en los medios, dándole distancia, corrió la mano con temple, a media altura y sin exigirle. Consiguió afianzar al toro y pudo hilvanar tres tandas muy logradas por el derecho y otras más al natural de bella factura. Muletazos largos, templados, aunque sin bajar en exceso la mano dada la endeble condición del de Montalvo. Un toro, Maniático, que de haber tenido más vigor hubiese opositado a figurar en el cuadro de honor ganadero de San Isidro. Se atropelló el torero de Barajas en las bernadinas finales y lo cazó al segundo intento con la espada.

El quinto se apoderó del ruedo ante un López Simón dubitativo y una cuadrilla que, lejos de ayudarle, le perjudicó. Por dos veces estuvo cerca de prenderle el toro. Arrancó la faena en los medios cambiándole el viaje al de Montalvo por la espalda. Nulo eco para una suerte que ya está muy vista. Le dio distancia después para torear por redondos y el animal se desplazó muy largo en las telas, con temple y un ritmo para hacer el toreo. No rompió la faena, pese a las palmas típicas y lógicas de la ligazón. Templó por momentos el madrileño, pero la intermitencia fue la base del trasteo. Entre el derbi, los coches y lo de Manuel Escribano en Sevilla, el grueso del público echó mano al móvil mientras López Simón se iba apagando delante del toro. De más a menos fue su tarde, que acabó en casi nada.

Madrid, domingo 8 de mayo de 2022. 1ª de San Isidro. Tres cuartos de entrada (15.348 espectadores, según la empresa).

Toros de Montalvo, bien presentados y de buen juego, en general. Primero, inválido; segundo, de gran calidad, aunque sin fuerza; tercero, boyante y encastado; cuarto, manso y deslucido; quinto, encastado y noble; y sexto, con un gran pitón izquierdo.

Daniel Luque, silencio y vuelta al ruedo tras aviso y fuerte petición.

López Simón, ovación y palmas.

Álvaro Lorenzo, silencio y oreja.

Parte medico de Álvaro Lorenzo: "Herida por asta de toro en tercio superior de la cara posterior del muslo derecho, con una trayectoria ascendente de 15 centímetros que alcanza el pubis. Pronóstico reservado".

Momento de la cogida sufrida por Álvaro Lorenzo este domingo en Las Ventas

Momento de la cogida sufrida por Álvaro Lorenzo este domingo en Las Ventas

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