MADRID

La mansedumbre diezma la fiesta nacional en Las Ventas

Una mansada de Partido de Resina desluce la última corrida de la temporada. Rubén Pinar es herido muy grave y Gómez del Pilar da una vuelta al ruedo.

Momento de la grave cornada sufrida por Rubén Pinar en Las Ventas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Mucho “viva España”, pero los toros una castaña. Así echó la persiana un joven vecino de tendido. Un debutante en Las Ventas. En el día de la Hispanidad, el de la fiesta nacional. Uno que, si vuelve, sacará billetes de otro hierro. La Tauromaquia requiere de un par de cosas para resultar interesante. El toro y el torero. Hasta ahí todos de acuerdo. En el día de la raza, los toros no tuvieron ni un ápice de casta y los toreros rebosaron de ambición. ¿Resultado? Ese "coñazo" que nos hace preguntarnos si estos espectáculos son dignos de celebrarse.

Con la apoteosis de Urdiales todavía recorriendo los vomitorios, Las Ventas registró una de sus peores entradas con un cartel cuanto menos soporífero. Para empezar por el ganado, pero también por lo repetitivo. Un hierro mítico del que nadie recuerda nada reseñable en los últimos 10-15 años, como mínimo. En el cartel, tres jóvenes con tablas en estas lides que solo pudieron justificarse.

El primero trató de saltar desde que salió. No se empleó en el caballo ni quiso ver las banderillas. La lidia de Rubén Pinar resultó económica y práctica. Rara avis en esta época. Lo trató como si fuese bueno en el inicio de muleta y, en un descuido, el toro le prendió y caló con sus astifinas defensas. El pablorromero no dio opción y Rubén trató de hacerle bien las cosas. Una pena, por la gravedad del percance, pero sobre todo por la necesidad de este torero de mostrar su apabullante oficio en Madrid y que un hosco animal echó por tierra.

Javier Cortés mostró voluntad sin toro con un manso de libro, que hizo segundo. No pudo nada más que intentar dar fiesta a un bicho carente de brío, vigor o, en su defecto, transmisión. Con el cuarto, anunciado en quinto lugar –de Pereda- no pudo lucirse de salida. Ni capa, puya ni rehiletes. Todo abocado a la muleta. Lógico en lo de Núñez. Triste por las sensaciones. A Restaurador ya se le protestó en su quehacer contra la puya y en la primera tanda derrapó falto de fuerza por la húmeda arena capitalina. Con la pañosa, nada. No por la ineptitud del torero sino por la desastrosa imagen del toro que le "opuso" batalla. NS/NC que se suele decir. Se le fue contraria la espada. Cerró la tarde con una vulpeja cuyo comportamiento circense dejó en la “peña” un sabor amargo después de una larga temporada.

Qué tendrán los encastes. Unos tan regulares y tan vilipendiados y otros tan lamentables y tan queridos. El largo curso venteño termina sacando ese aroma rancio y caduco que llama al invierno. Algunas palmas en el arrastre a los toros sonrojaron a unos pocos que, todavía, mantienen la cordura –sean del tendido que sean-.

Gómez del Pilar en su vuelta al ruedo este viernes en la plaza de Las Ventas | PLAZA 1

Gómez del Pilar en su vuelta al ruedo este viernes en la plaza de Las Ventas | PLAZA 1

Gómez del Pilar fue todo disposición desde que se arrodilló ante chiqueros. Pasó por ambos pitones a un toro potable, pese a las complicaciones lógicas de un encaste casi extinto. Quizá la mayor virtud de la faena no fue su disfrute ni el del público, pero su voluntad y arrojo bien valió la pena. Anduvo a gran nivel. Gómez del Pilar recurrió de nuevo a la porta gayola con el quinto, una suerte tan dura como inútil. Porque nadie se acuerda de, ni nadie te ampara por. Con el capote, nada. Con la muleta, menos. Una caricatura de toro que echó por la borda las intenciones de un Gómez del Pilar que vino a cerrar un año más que positivo para él. Lástima que delante se encontrase sendos lastres alejados de lo que conocemos como toreo.

Madrid, viernes 12 de octubre de 2018. Más de un tercio de plaza, 9.236 espectadores.

Cinco toros de 

 y uno de 

 (4º), bien presentados aunque muy desiguales. 1º, sin opciones, manso y descastado. 2º, imposible. 3º, con sentido y exigente. 4º, parado y a menos. 5º, manso y descastado. 6º, imposible.

Rubén Pinar, ovación con saludos.

Javier Cortés, silencio, silencio y silencio en el que mató por Pinar.

Gómez del Pilar, vuelta al ruedo tras petición y silencio.

Parte médico de Rubén Pinar: “Herida por asta de toro en tercio superior de cara interna del muslo derecho de dos trayectorias. Una de 25 cm. hacia arriba que contusiona en el isquion y otra hacia atrás de 20 cm que bordea el fémur produciendo destrozos en los músculos abductores y contusiona paquete vasculonervioso. Es intervenido en la enfermería y trasladado al hospital San Francisco de Asís con cargo a la Fraternidad. Pronóstico: Muy grave que le impide continuar la lidia. Firmado: Dr. García Leirado”.