Marco Pérez corta tres orejas y sale a hombros en su debut con caballos en Istres

El joven Marco Pérez, de 16 años recién cumplidos, ha debutado hoy a lo grande con picadores en la ciudad francesa de Istres, donde ha cortado tres orejas y ha salido a hombros en un festejo también triunfal en la taquilla, con el cartel de "no hay billetes" puesto.

Parece una casualidad preparada por el destino que el mismo año del adiós a los ruedos de El Juli, aquel niño prodigio que deslumbró al mundo en la década de los 90 del siglo pasado hasta llegar a convertirse en torero de época, otra jovencísima promesa comienza a dar sus primeros pasos, ya en serio, en la profesión: el salmantino Marco Pérez.

Y se puede decir eso de "ya en serio" porque, aunque Pérez ya sabe lo que es abrir la Puerta Grande de Las Ventas y la del Príncipe en Sevilla, en ambas ocasiones en modalidad de clase práctica, ahora es cuando empieza lo de verdad, y no solo por el cambio del traje corto por el de luces, sino también porque a partir de ahora es cuando el aficionado va a comenzar a medirle y a exigirle de otra manera.

Ahora empieza su camino hacia el supuesto estrellato que, por sus cualidades, parece estar llamado a alcanzar. El tiempo lo dirá, pero hoy, en Istres, aquel torerillo de 8 años que se hizo viral en un vídeo subido a las redes en 2015 toreando a una becerra en Salamanca, ya se ha convertido en un novillero con picadores hecho y derecho. 2024 tiene toda la pinta de deparar mucha, pero mucha diversión.

La tarde de hoy en esta ciudad del sureste francés estaba preparada hasta el último detalle, como ha venido siendo la formación de este joven salmantino de la mano del francés Juan Bautista, un festejo a modo, con cuatro novillos para él en solitario, aunque a última hora los de Garcigrande no pudieron viajar a Francia por problemas sanitarios y tuvieron que ser sustituidos por otros tantos del hierro local de Hermanos Gallon.

Dio igual. El festejo se saldó con un triunfo total en el ruedo y también en la taquilla -con el "no hay billetes" puesto- y el joven Pérez solventó su debut con los del castoreño cortando un total tres orejas y saliendo a hombros.

Lo más rotundo llegó en el tercero, el mejor de los cuatro novillos, y al que el salmantino cuajó una importante faena al natural, manejando muy bien los vuelos para llevarlo muy toreado y enroscárselo en la cadera. Dos orejas para él y vuelta al ruedo para el utrero.

La otra oreja la paseó del segundo, otro novillo con cierta calidad pero más apagadito, con el que Pérez anduvo variado y animoso, destacando esta vez en varios pasajes sobre la mano diestra.

Ovacionado resultó en el primero, un novillo sin raza y deslucido con el que dejó retazos de su buen concepto antes de fallar a espadas, lo mismo que le ocurrió en el desabrido cuarto, con el que se mostró por encima de las circunstancias antes de echarlo todo a perder nuevamente en la suerte suprema.