SEVILLA

Mariscal Ruiz, ganador del Circuito de Novilladas de Andalucía

Mariscal Ruiz corta la única oreja a una descastada y floja novillada de Bohórquez. El Mella y Zulueta fueron ovacionados.

Mariscal Ruiz recogiendo el trofeo como triunfador del Circuito de Novilladas de Andalucía

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Se había escogido con esmero los “murubes” de Fermín Bohórquez para una final que había logrado una gran expectación. Tanta, que la plaza de la Maestranza casi llenó los tres cuartos de su aforo. En el cartel tres novilleros con atisbo de futuro seleccionados con total merecimiento. Pero, nada sucedió como se deseaba. Los bien presentados utreros no dieron el juego esperado en la lidia. Nobles, pero sin una pizca de casta en su sangre. Desfondados y parados, lo peor para que la ilusionada terna consiguiera el triunfo.

Tampoco estuvieron bien los que se jugaban algo más que el trofeo de ganador en un circuito que la Fundación del Toro de Lidia, con el patrocinio de la Junta de Andalucía, ha elevado a cotas inesperadas. Tal vez, la mediocridad de la novillos desgastó el ánimo de cada uno de los aspirantes. Porque, de una u otra forma, ninguno destacó sobremanera.

Quizá, el lance más despacio, puro y bello de la tarde lo dio Javier Zulueta. La cadencia, el ritmo, la elegancia de la verónica definió un capote reservados a muy pocos. Y el sevillano está entre ellos. Es lo único a destacar del poseedor de un toreo de exquisito gusto, expresivo y, sobre todo, embaucador. Fue con el quinto de Bohórquez, un novillo basto que mostró sosería en sus contadas embestidas. Javier le trazó encomiables muletazos diestros con la derecha, y naturales con la característica de la naturalidad, pero sin emoción. Sin alcanzar esa nota deseada. Para colmo lo mató mal.

Con el inválido segundo sólo se pudo intuir un concepto tan diferencial como bello. Pero no tenía utrero para mostrarlo. Un animal sin fuerzas se mantuvo en el ruedo perjudicando al aficionado y al torero. Con estocada y descabello lo finiquitó.

La mejores embestidas las dio el tercero, y Mariscal Ruiz no las terminó de aprovechar. Se quedó muy quieto en un prometedor inicio de faena por alto que hizo concebir esperanzas. Poco a poco todo se fue diluyendo después. Desigual faena que no llegó a coger altura, pese a los aislados y despaciosos muletazos diestros y algún que otro detalle por bajo de exquisito gusto. La estocada fulminante hizo que la gente volara pañuelos y el palco los tuviese en cuanta para conceder la única oreja de la tarde.

El sexto fue un novillo brusco y complicado al que el sevillano de Mairena del Aljarafe le planteó batalla desde el recibo a portagayola. Lo intentó todo y sólo consiguió un leve varetazo corrido en la cara interna de muslo izquierdo del que fue atendido en la enfermería de la plaza tras finalizar la lidia. Una lidia muy intermitente, de feas cogidas, con demasiados enganchones, en la que nada importante sucedió.

Tampoco Sergio Domínguez El Mella consiguió su objetivo. Noble fue su primer utrero, aunque de escasa fuerza. El novillero de Bancarrota, que se trajo a todo su pueblo a la Maestranza, estuvo variado con el capote y demasiado ligero en su hacer con la muleta. Todos fueron ganas, pero escaso toreo. Se sucedieron los punteos a la tela en una lidia con tendencia hacia afuera que bajó también con la izquierda. Acabó con las consabidas bernardinas y una estocada contraria que bastó.

Brusco y de complicadas embestidas fue el cuarto. El Mella lo recibió de rodillas delante de chiqueros para sumar una larga y cuatro faroles jaleados por su gente. Inicio faena sentado en el estribo para continuar con la derecha una lidia embarullada en la que los enganchones fueron nota predominante. Con la espada mal.

Al final del festejó el jurado nombrado al efecto consideró proclamar triunfador a Ruiz Mariscal. Segundo clasificado a Javier Zulueta, y tercero a El Mella. Tal vez dejar sin ganador este gran circuito de novilladas en Andalucía no se comprendería, quizá, por el gran nivel mostrado en cada uno de los festejos celebrados.