Morante de la Puebla alienta la reforma de la suerte de varas

El matador de toros José Antonio Morante de la Puebla es el principal impulsor de un proyecto de reforma de las puyas de picar toros y de la suerte de varas en general, el de peor fama y aceptación por parte de los públicos, para mejorar el espectáculo y que el primer tercio deje de ser un trámite.

Estas nuevas puyas han sido ideadas por el fabricante valenciano Manolo Sales según los postulados defendidos por el veterinario Julio Fernández Sanz, autor de un libro titulado ‘Descubriendo al toro de lidia’ que propone “una auditoria de la corrida de toros a través de sus útiles”, y que ha sido presentado en Sevilla.

El ensayo de estas puyas, acompañadas de otros utensilios como divisas, banderillas de arpones cónicos y una novedosa espada más ancha y afilada, ya se ha producido en la ganadería de Santiago Domecq, en la que Morante estoqueó dos ejemplares que habían sido destinados inicialmente para Sevilla en una experiencia que el ganadero calificó de “impresionante”.

Pero Morante centra el debate en torno a la suerte de varas, un instrumento que, además de castigar en demasía al astado, recorta el lucimiento y hasta el metraje de la suerte, reducido a un único puyazo en plazas menores y a dos entradas al caballo en los cosos de primera categoría.

La consecuencia reglamentaria es la merma de los quites y la escasa competencia entre los espadas que podría multiplicarse si se ampliaran esas entradas y salidas de las monturas entre puyazo y puyazo.

“Me preocupa que la suerte de varas sea un mero trámite”, explicó el torero, quien recalcó que “el toro tiene que lucirse ante esa suerte tan bonita y con tanta importancia”, y para ello es necesario encontrar “una puya que corte menos y haga menos daño para poder poner al toro más veces en suerte sin que salga lastimado”.

Las intenciones del matador, más allá de ahormar el castigo infligido al animal con la actual puya, pasa por ampliar el número de puyazos y con ellos el de quites, permitiendo una mayor participación y competencia de los matadores.

“Se trata de amoldar al toro y en las plazas de segunda y tercera se le podrían dar más puyazos sin que el toro quedara mermado”, añadió Morante, precisando el dato fundamental de que "habría más competencia entre los toreros a la hora de hacer quites, ya que con un solo puyazo, reglamentariamente sólo se puede hacer uno”.

El diestro cigarrero está dispuesto a probar estos nuevos útiles en la corrida concurso que, previsiblemente, se celebrará el próximo 23 de julio en Jerez de la Frontera.

Morante ya ha establecido conversaciones con las autoridades autonómicas para que autoricen puntualmente el ensayo de estos nuevos útiles: “nos atañe a todos este debate porque queremos ver al toro en todo su esplendor”, sentenció.

En cualquier caso, Morante asume los riesgos y es consciente del inmovilismo de un sector que suele ver con suspicacia cualquier cambio.

“Aunque se mueva mal, es importante que el toro se mueva; habrá veces que tendremos que tirarnos de cabeza al callejón pero el toro se debe amoldar y no matarlo en el caballo”, concluyó el diestro de La Puebla.