CORRIDA MAGALLÁNICA
Pleno de orejas de un cuajado Daniel Luque en Sanlúcar de Barrameda
El diestro sevillano paseó cuatro trofeos este sábado en la II Corrida Magallánica de Sanlúcar de Barrameda. Un toro de Miura, premiado con la vuelta al ruedo.
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El coso sanluqueño de El Pino volvió a vestirse de sal y de galas propias de hace cinco siglos para acoger la segunda edición de la Corrida Magallánica. Un empeño del empresario Carmelo García pese las nuevas normas impuestas por la Junta de Andalucía para las plazas de toros. Se guardó la distancia de seguridad en los tendidos y se cumplieron todos los protocolos previstos.
Se aplaudió el amplio trapío del primer toro de Miura, que se templó cuando llegó al capote de Manuel Escribano, que por un fallo de intendencia no banderilleó y dejó este tercio en manos de sus subalternos. El toro se movió desacompasado e incierto por el pitón derecho. Nunca venía metido en la muleta del torero sevillano, que puso oficio y voluntad por el pitón izquierdo hasta arrancar una tanda de mucho mérito por ese lado, el menos malo del ‘miura’. Media estocada atravesada necesitó del descabello, con el que no estuvo acertado Escribano hasta el cuarto intento.
Al cuarto sí pudo banderillearlo, cuajando un notable tercer par al violín por los adentros quebrando la embestida del toro. El de Miura, que se gastó en exceso en las tres varas que tomó, embistió siempre al paso. Pasaba sin gracia ni clase por la muleta de Escribano. En el epílogo de la faena, el sevillano le perdió la cara al toro a la salida de una tanda y a punto estuvo de ser lanzarlo por los aires. Todo quedó en el susto. Lo mejor, la estocada arriba con la que finiquitó al de Miura.
‘Africano’ fue el primer toro del lote de Daniel Luque. Toro bravo y encastado de principio a fin. Y de principio a fin lo cuajó el torero sevillano. El recibo a la verónica tuvo compás y expresión. El toro tomó tres varas arrancándose de largo y empujando cuando sentía la vara que manejó magníficamente Juan de Dios Quinta. Con la muleta, Luque tuvo la inteligencia de darle la distancia y los terrenos que demandaba el toro. Con paciencia y suficiencia, el trasteo fue creciendo en intensidad y acoplamiento. El cénit llegó en una tanda rotunda al natural por temple y ligazón. Faena medida y de torero maduro que remató de una estocada y un golpe de verduguillo. Justas fueron las dos orejas para Luque y merecida la vuelta al ruedo para el toro de Miura.
El quinto fue otro toro, pero no le importó a un Luque en estado de gracia. El astado, más liviano de peso, tuvo nobleza y bondad en la primera parte de la faena. Mientras duró, el torero de Gerena corrió la mano con largura y ligazón. Cumbre fue una tanda en redondo. Pero el toro comenzó a pensárselo según transcurrió la faena y ahí es donde salió a flote la solvencia de Luque, que le buscó las vueltas para exprimirle todo lo que tenía. Un pinchazo y una estocada corta dieron paso a dos nuevos trofeos, aunque éstas de menor peso que las anteriores.
Alto y vareado de carnes fue el tercero de Miura. Pepe Moral hilvanó una faena de intensidad creciente, con buenos momentos al natural, ante un astado noblete pero algo soso en sus embestidas. Puso limpieza en el trazo el sevillano y remató su labor con una estocada contraria que tumbó pronto al toro. La oreja recompensó el conjunto.
El sexto fue un toro complicado con el que no se dio mucha coba Pepe Moral. Lo avió de una estocada casi entera tras dos pinchazos previos.
Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), sábado 22 de agosto de 2020. 2ª Corrida Magallánica. Unas mil personas sobre el aforo permitido.
Toros de
, bien presentados, con cuajo y kilos aunque de desiguales hechuras. De juego variado e interesante, sobresaliendo el bravo el 2º, ‘Africano’ de nombre, Nº 97, 02/16 y de 630 kilos, premiado con la vuelta al ruedo. El sexto, el de menos prestaciones.
Manuel Escribano, saludos y saludos tras aviso.
Daniel Luque, dos orejas y dos orejas.
Pepe Moral, oreja y silencio.